Un total de 176 personas continúan desaparecidas a tres días de la tragedia.
Otros ocho cadáveres fueron encontrados, pero aún no pudieron ser recuperados. "Lamentablemente no detectamos señales de vida", dijo el jefe de bomberos, Travis Hots.
La lluvia complicó el martes la misión en el terreno de piedras, barro y escombros. Hots explicó que perros entrenados encontraron a la mayoría de los muertos. "No perdemos las esperanzas de encontrar a alguien con vida en una burbuja de aire (en el lodo)", dijo el jefe de bomberos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, manifestó su preocupación: "Esperamos lo mejor, pero debemos reconocer que esta es una situación dura", señaló en La Haya respecto a la perspectiva cada vez más reducida de encontrar sobrevivientes.
Dado que los rescatistas pueden operar sólo con mucho cuidado en el lodo y los escombros, aún podría llevar días o semanas establecer cuántas personas murieron.
Previamente Obama firmó este martes la declaración del estado de emergencia para el estado de Washington y dispuso ayuda federal para respaldar los esfuerzos de rescate locales.
El corrimiento de tierra en la pequeña comunidad de Oso, ubicada unos 100 kilómetros al norte de Seattle, destruyó el sábado pasado al menos 30 casas. (DPA)