En conferencia de prensa que ofreció en la residencia oficial de Los Pinos, el funcionario sostuvo que la autoridad federal aprovechará todos los espacios legales “sea para mejorar nuestra coordinación entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno o para profundizar nuestra cooperación con la comunidad internacional”.
Dijo que la sociedad y el gobierno juntos seguirán cerrando espacios a la criminalidad porque “la sociedad no debe, no puede estar a merced de los criminales. Es en la ley como la paz se alcanza, se alcanza con bandas delictivas más débiles, disminuidas, fragmentadas y sometidas a la acción de la justicia”.
Por otro lado, reiteró que el gobierno federal promueve la corresponsabilidad con el exterior entre los países que son parte de la solución al problema de la delincuencia organizada trasnacional.
Destacó que la presencia de funcionarios de Estados Unidos y de otros países en México respeta cabalmente la Constitución, los tratados internacionales signados por el país, ratificados por el Senado de la República y desde luego respeta las leyes mexicanas.
Aclaró que esos funcionarios extranjeros “no ejercen en modo alguno ninguna de las tareas que están estrictamente reservadas para los agentes del Estado mexicano”.
Al hablar de las acciones del gobierno contra las bandas delictivas, Poiré recordó que al inicio de esta administración la organización de los hermanos Beltrán Leyva era uno de los grupos criminales más poderosos que ha sido objeto de un debilitamiento sistemático.
Refirió que después de la separación de la organización delictiva llamada cártel del Pacífico, los Beltrán Leyva fortalecieron su presencia en Guerrero, Morelos y el Estado de México; sin embargo, las fuerzas federales mostraron su capacidad para localizar, perseguir y detener a las cabezas más importantes de esa banda.
Detalló que han sido inhabilitados desde los liderazgos más importantes, como los de Alfredo y Arturo Beltrán Leyva, o de sus lugartenientes Sergio Villarreal, alias “el Grande”, o Édgar Valdés, también conocido como “la Barbie”, lo que da el resultado tangible de un grupo criminal claramente disminuido.
Poiré Romero agregó que tanto el gobierno federal como los estatales han puesto en práctica acciones contundentes para debilitar a las organizaciones criminales, como es el caso en el Estado de México que detuvo al líder de la banda de La Mano con Ojos, Óscar Osvaldo García Montoya también identificado como “el Compayito”.