El anuncio se añade al compromiso realizado en diciembre de 2014 por parte del país norteamericano de recibir a 10,000 refugiados sirios.
El Alto Comisionado de ACNUR, Antonio Guterres calificó la iniciativa del gobierno canadiense como un enorme gesto solidario hacia el pueblo de Siria y sus países vecinos a la vez que urgió a otros países a seguir la iniciativa canadiense.
ACNUR trabajará en colaboración con las autoridades de inmigración canadienses permitiendo la rápida identificación de refugiados en situación de vulnerabilidad en Oriente Medio, con especial atención a los situados en Líbano y Jordania.
Los refugiados sirios recibirán inicialmente un permiso temporal de residencia que será reemplazado por uno permanente tras el pertinente trámite y la posibilidad de ser elegible a la ciudadanía canadiense tras cuatro años en el país.