Empieza a volverse contra Merkel propósito de germanizar UE

El angustioso test de estrés al que la canciller alemana Angela Merkel está sometiendo a la eurozona, aparentemente inflexible en su propósito de germanizar la Unión Europea (UE) y creyéndose inmune a la desconfianza de los mercados, empezó a volvérsele en contra, comentó hoy el diario Expansión.

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Expuso que tras la fallida subasta de este miércoles, Merkel debería asumir que los males que afligen a Europa no le son ajenos, sino que ponen en tela de juicio el propio futuro de Alemania.

En su editorial Expansión apuntó que Alemania, que hasta ahora se beneficiaba de la inquina inversora hacia sus socios para financiarse a precios cada vez más bajos, sufrió la víspera en sus carnes la indiferencia de la demanda.

Esto hasta el punto de que cerca del 40 por ciento de los bonos que intentó colocar no encontraron comprador, resultado que los analistas no dudaron en tildar de “desastroso”.

El diario, especializado en economía, subrayó que la lectura más fácil e inmediata de esa evidente apatía es que, pese al carácter de activo refugio de la deuda alemana, su raquítica rentabilidad ha menguado su atractivo.

No obstante, sería ingenuo pensar que es la única explicación, o siquiera la más relevante, máxime cuando Estados Unidos está colocando ingentes cantidades de papel en los mercados a precios inferiores al uno por ciento, dijo.

Aseveró que lo cierto es que con la Unión Monetaria al borde del colapso, sin que Bruselas ni Alemania hagan nada por evitarlo, la inversión ha emprendido una huida masiva hacia destinos menos inciertos, tanto en lo económico como en lo político.

Para Expansión, el tiempo y las próximas emisiones alemanas ayudarán a calibrar si, efectivamente, lo que descuenta el mercado es la inminente ruptura de la zona euro.

“Alemania no debería arriesgarse a permanecer cruzada de brazos hasta descubrirlo”, advirtió.

Por su parte, el diario El País remarcó que la negativa en redondo de Merkel a cualquier solución que no sea la del sacrificio y la recesión asegurada para los países damnificados empieza a parecerse al puro obstruccionismo.

Aseveró que los gobiernos no niegan la estabilidad presupuestaria, sino que reclaman solo que esa estabilidad deje un margen a opciones de crecimiento.

“Dice Merkel que el problema de la crisis es político, lo cual es cierto, pero lo que la canciller entiende por política nada tiene que ver con lo que entiende el resto del mundo por política: tomar decisiones rápidas que tengan en cuenta la austeridad, pero también el bienestar de los ciudadanos”, concluyó.