Habitantes de poblado mexicano se unen a policía contra el crimen

Habitantes del poblado de Petaquillas, ubicado siete kilómetros al sur de Chilpancingo, en el sureño estado mexicano de Guerrero, decidieron unirse a la policía comunitaria cansados de vivir con miedo e inseguridad por el incremento del crimen organizado en la zona en los últimos tres años.

Hace unos días esta población se levantó en armas en conjunto con un grupo de policías comunitarios para garantizar la seguridad de la zona, corredor de tráfico de droga con la región de La Montaña, donde el grupo "Los Ardillos" tiene su principal centro de operaciones.

"La delincuencia tenía el control total del pueblo, los niños ya no eran libres de transitar, ya no aguantábamos a esa gente, los robos a las casas, el cobro de piso (extorsiones)", dijo Belester Herrera Rojas, portavoz del movimiento.

Según Herrera, miembros de ese grupo delictivo pasaban "por las calles armados a gran velocidad". Y añadió: "Era insoportable".

El poblado de Petaquillas se ubica en un paso obligado para los municipios de Mochitlán y Quechultenango, señalados desde hace varios años por su alta actividad delincuencial vinculada con el narcotráfico.

La región además delimita el territorio de otra organización criminal denominada "Los Rojos" que presuntamente controla Chilpancingo, la capital de Guerrero.

El 31 de enero, los pobladores de Petaquillas determinaron incorporarse a los efectivos de la policía comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), que tiene influencia en lo que denominan el Valle del Ocotito, que corresponde al municipio de Chilpancingo y que colinda con el balneario de Acapulco.

"Estamos dispuestos a todo, porque ya no quiero esta vida para mi hijo. Él se merece un mejor lugar, aquí cualquiera le puede decir: 'ya levantaron (secuestraron) a su hermano, que ya le robaron su casa', además de que están envenenando a nuestros hijos", manifestó Guadalupe Reyes Santos, otra habitante del lugar.

"Además de que están envenenado a nuestros jóvenes, no tenemos otra alternativa, ya decidimos entrarle y aquí estaremos", abundó.

Sin embargo, para el gobierno de Guerrero, este grupo comunitario de seguridad opera al margen de la legalidad, ya que no tiene el reconocimiento oficial de la Ley 701 que da respaldo a las policías comunitarias.

El secretario general de gobierno de Guerrero, David Cienfuegos Salgado, puntualizó que se trata de un grupo de autodefensa y que por ello el trato es distinto, aunque reconoció que es un derecho "legítimo" organizarse para proveer seguridad pero dentro de ciertos límites.

"No puede haber gente paseándose armada donde no es su territorio", recalcó el funcionario.

Bajo este argumento autoridades estatales y federales han permanecido en la zona desde que el pueblo determinó incorporarse al sistema FUSDEG, lo que ha derivado en varias confrontaciones, principalmente con elementos del Ejército.

El pasado viernes luego de la detención de dos policías comunitarios, habitantes de Petaquillas bloquearon la carretera federal México-Acapulco a la altura del poblado como una forma de presión, sin embargo fueron desalojados por elementos de la policía militar y algunas personas fueron golpeadas.

En respuesta, los habitantes de Ocotito y Xaltianguis bloquearon en las últimas horas varios tramos carreteros de dicha vía y encapsularon a 200 policías federales encabezados por el comandante de la Policía Federal José Luis Solís López, a quien retuvieron varias horas.

Luego de una negociación entre autoridades militares y federales, los habitantes de Petaquillas y el grupo de FUSDEG acordaron la liberación de los policías federales detenidos, así como de los comunitarios.

Pero la tensión en la zona continúa, mientras que los pobladores de Petaquillas determinaron seguir construyendo su sistema de justicia comunitaria pese a la oposición gubernamental y al operativo policíaco y militar que existe en Guerrero, uno de los estados más violentos del país. (DPA)