Esta reforma es la gran transformadora de nuestro país; va a llevar tiempo, y ante el inicio del ciclo escolar no podemos soslayar su significado porque es el primero bajo las nuevas normas, que como en su momento se dijo, no tienen otro objetivo que mejorar la educación en nuestro país, brindar nuevas oportunidades de desarrollo a nuestros hijos y combatir de fondo la pobreza que lacera y ofende.
El reto de la implementación de la reforma no es sencilla, porque estamos hablando de 24 millones de alumnos, de 1.8 millones de trabajadores de la educación y 240 mil escuelas, que convierten a nuestro sistema educativo en el quinto más grande del mundo.
Hoy los senadores del PRI estamos convencidos que los mexicanos tenemos que escribir una nueva historia, porque somos un gran país que no se va a detener; no vamos a permitir que se retrase esta nación que ha costado mucho a muchos, por muchas generaciones.
En este sentido, los priistas en el Senado, dijo su coordinador, reconocemos y valoramos el esfuerzo que día a día realiza el 98 por ciento de los maestros para seguirse capacitando a favor de nuestros niños y jóvenes, por lo que confiamos en que el resto así lo hará, además de que sabrá expresar sus inquietudes a través del diálogo, las instituciones y no a través de un intento unilateral de imponer sus condiciones.
La reforma educativa ya está dando resultados: se realizó la evaluación docente en todas las entidades del país, se aumentó el número de escuelas de tiempo completo beneficiando a más de 3 millones de niñas y niños, se han asignado más de 33 mil plazas académicas en educación básica y más de 90 mil en educación media superior, todas a través de concursos nacionales de oposición.
Mediante diferentes instrumentos, como la prueba “Planea” se está construyendo un diagnóstico de alta confiabilidad para encontrar las áreas de oportunidad en la mejora de la calidad educativa, sin soslayar que el Estado ha retomado la rectoría de la educación pública.
Mejorar la educación requiere del esfuerzo de todos, gobiernos, autoridades educativas, maestros, padres de familia y alumnos para alcanzar los estándares de calidad educativa que demanda el ámbito laboral, inmerso en la globalidad y que hace ya inaceptable posturas anacrónicas que pretendan frenar este avance.