"No tengo la sensación de que haya habido ninguna señal alentadora de que no haya que reducir los déficit. Aún así, la coyuntura general influye en cuán rápido se pueden disminuir", admitió Merkel en la rueda de prensa posterior a la cumbre europea.
La canciller alemana puso como ejemplo el caso de Portugal que, dijo, ha cumplido todas las exigencias de la troika -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- y aún así necesita otro año para rebajar su déficit, o el de España.
"Portugal ha cumplido todas las exigencias de la troika y aún así, también por la muy difícil situación económica de España, hay una situación en la que la reducción del déficit no ha tenido lugar con la rapidez que se preveía hace dos años", señaló Merkel.
No obstante, la canciller recalcó que "de ningún modo" ese reconocimiento significa una suavización de la postura sobre la validez de las medidas acordadas en el plano de reducción de déficit, dijo Merkel en referencia a la política "diferenciada" que los líderes acordaron aplicar en el marco del pacto de estabilidad y crecimiento y el pacto fiscal.
"En eso mido la voluntad de reducción de déficit y eso se cumple totalmente", recalcó la canciller alemana.