"Nos mantendremos firmes en nuestro apoyo inquebrantable al gobierno ucraniano", dijo Obama en una declaración pública desde la Casa Blanca poco después de que su gobierno anunciara sanciones contra siete altos cargos políticos rusos y cuatro ucranianos muy vinculados a la crisis, incluido el ex presidente Viktor Yanukovich.
Con estas medidas, que entre otros congelan cuentas y bienes en territorio estadounidense de los designados y les deniega el visado de entrada, "estamos dejando claro que hay consecuencias para sus acciones", agregó el mandatario.
Obama se mostró dispuesto a ampliar las sanciones si Rusia sigue "interfiriendo" y afirmó además que al costo económico de su política Putin está añadiendo el mayor "aislamiento" internacional de su país.
Con todo, aseguró que aún hay tiempo para una salida diplomática a la crisis y urgió a Moscú a dar los pasos que permitan bajar la tensión en la región, entre otros ordenar la retirada a sus bases de las tropas rusas desplegadas e
Crimea y permitir la presencia de observadores internacionales en Ucrania, además de iniciar un diálogo con las autoridades de ese país.