Ales Bialiatski, la conciencia de Bielorrusia

Ales Bialiatski, conocido defensor de derechos humanos de Bielorrusia y que fue galardonado hoy con el Premio Nobel de la Paz, es conocido como la conciencia del país eslavo por la crítica constante de las violaciones del régimen de Alexandr Lukashenko, que le merecieron varias condenas de cárcel.

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Imagen de archivo de Ales Bialiatski, durante su juicio en Bielorrusia. EFE/EPA/TATYANA ZENKOVICH

"Lo importante es no caer en la depresión. Confío en que todo estará bien pronto. Lo que no nos mata, nos hace más fuertes", escribió Bialiatski en una carta, enviada desde prisión en 2021.

FUNDADOR DEL VESNÁ

Bialiatski, de 60 años, dedicó toda su vida a la lucha por la democracia y la libertad en Bielorrusia.

El bielorruso, nominado al Nobel de la Paz cinco veces, inició su carrera de defensor de derechos en la época de la perestroika, y unos años después, en 1996, creó el centro de derechos humanos "Vesná".

Según esta organización, su fundador es la cuarta persona en el mundo que recibe el Nobel de la Paz estando en prisión.

Durante más de 25 años, esta ONG se ha dedicado a la defensa de los derechos de los bielorrusos, ha supervisado las elecciones y ha brindado asistencia a las víctimas de la represión política, que se recrudeció en los últimos años.

Los activistas de la organización fueron constantemente perseguidos por las autoridades y ahora, junto con Bialiatski, otros seis miembros de "Vesná" están detrás de las rejas.

La anterior condena de Bialiatski tuvo lugar en 2011, cuando el defensor de derechos recibió 4.5 años de prisión con confiscación de bienes por cargos de supuesta evasión fiscal.

Estados Unidos, la Unión Europea y diversas organizaciones internacionales tacharon de "políticamente motivado" el veredicto y reconocieron a Bialiatski como un preso político.

Merced a la presión de la comunidad internacional, el fundador de "Vesná" fue puesto en libertad en el verano de 2014.

CONDENADO TRAS ELECCIONES FRAUDULENTAS

En julio de 2021, un año después de las fraudulentas elecciones presidenciales de Bielorrusia, Bialiatski fue nuevamente detenido por las fuerzas del orden del país.

El activista y otros miembros de su ONG enfrentan ahora entre 7 y 12 años de cárcel por presunta "financiación de acciones que violan burdamente el orden público".

Previamente, Bialiatski, junto con la Nobel de Literatura bielorrusa, Svetlana Alexievich, y otras destacadas personalidades del país, formó parte del consejo coordinador de la oposición bielorrusa, para impulsar la transición, que fue disuelto por las autoridades.

El activista criticó duramente las detenciones masivas de los manifestantes antigubernamentales después de los comicios y su procesamiento penal.

"Desde los tiempos de Stalin no se había visto nada parecido en Bielorrusia", dijo en una entrevista, concedida en medio de la represión desatada por Lukashenko para acallar a los disidentes, muchos de los cuales optaron por exiliarse en el extranjero, y los que quedaron en el país fueron detenidos en su mayoría.

Según el defensor de derechos humanos, tras la disolución de las protestas, Bielorrusia comenzó a "deslizarse rápidamente hacia el abismo del totalitarismo y el absolutismo feroz, que implanta Lukashenko, pisoteando todas las reglas y leyes".

El actual encarcelamiento de Bialiatski y sus compañeros de "Vesná" está relacionado con "represiones sin precedentes" contra la sociedad civil bielorrusa tras las elecciones de 2020, en las que Lukashenko revalidó su cargo, sin que el resultado de los comicios fuera reconocido por Occidente, según un grupo de organizaciones de derechos de Bielorrusia.

El Comité Nobel 2022 señaló que los galardonados con el premio de la Paz, entre los que figuran también el centro de derechos ruso Memorial y el ucraniano Centro para las Libertades Civiles, fueron destacados por promover durante muchos años "el derecho a criticar el poder y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos".

"Han realizado un esfuerzo extraordinario para documentar los crímenes de guerra, los abusos de los derechos humanos y el abuso de poder. Juntos demuestran la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia", señala el comunicado oficial.