Azerbaiyán y Armenia no cierran las heridas de la guerra

Los líderes de Azerbaiyán, Ilham Alíev, y Armenia, Nikol Pashinián, no lograron cerrar hoy las heridas de la guerra en su primera reunión dos meses después del fin de los combates en Nagorno Karabaj.

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"Lamentablemente, el conflicto aún no está arreglado", señaló un compungido Pashinián en rueda de prensa conjunta en el Kremlin.

El presidente ruso, Vladímir Putin, logró juntar en Moscú a los mandatarios de dos países que libraron entre finales de septiembre y mediados de noviembre una cruenta guerra en el corazón del Cáucaso que dejó miles de muertos.

No obstante, a eso pareció reducirse el éxito diplomático del Kremlin, ya que las diferencias entre ambas partes siguen siendo irreconciliables.

SIN HACER LAS PACES

El comienzo de la reunión ya no aventuraba nada bueno. Alíev, que parecía exultante, y Pashinián no se dieron la mano y únicamente se saludaron con una tímida inclinación de la cabeza.

Putin, que envió a la zona casi dos mil soldados como fuerza de pacificación, mantuvo reuniones trilaterales y bilaterales con ambos dirigentes por espacio de cuatro horas, pero estos no llegaron a celebrar el esperado cara a cara.

Al término de la reunión, Alíev destacó que la situación en la zona, con la excepción de algunos incidentes menores, no despierta preocupación y abogó porque azerbaiyanos y armenios vivan "juntos, como vecinos", y apuesten por la "reconciliación".

"Como dijo en una ocasión Vladímir Putin, el conflicto karabají es cosa del pasado y debemos pensar en el futuro", aseveró.

Consideró que el simple hecho de que la reunión haya tenido lugar demuestra que los líderes están "decididos a pasar página a las acciones que tuvieron lugar en septiembre-noviembre", clara alusión a la guerra.

"La situación (conflicto del Karabaj) que se forjó entre Armenia y Azerbaiyán a lo largo de muchos años se ha solucionado finalmente y estoy seguro de que no habrá ningún intento de revisión por parte armenia", afirmó.

RETICENCIAS ARMENIAS

Seguidamente, Pashinián, muy criticado en su país por firmar el acuerdo tripartito patrocinado por Putin que puso fin a la guerra el 10 de noviembre, aseguró que, "por supuesto, hemos logrado garantizar el cese del fuego, pero aún hay muchas cuestiones por decidir".

"Una de ellas es el estatus del Karabaj. Armenia está dispuesta a continuar las conversaciones...", apuntó.

Las autoridades de Nagorno Karabaj, que perdieron en la guerra el control de la mayor parte del territorio, proclamaron la independencia en tres ocasiones desde 1994, pero ésta nunca fue reconocida por la comunidad internacional, incluido Armenia.

Recientemente, Alíev ya dejó clara su postura al respecto al prohibir a cualquier funcionario armenio la posibilidad de visitar el territorio, gran parte del cual fue recuperado por el Ejército azerbaiyano durante la última guerra.

Pashinián también lamentó que aún no se haya encontrado una solución sobre el canje de prisioneros de guerra, "el problema más doloroso y sensible", y la devolución de los cuerpos de los soldados caídos en el frente.

"Esperamos alcanzar en breve un acuerdo concreto", apuntó sin precisar el número de prisioneros, que algunos cifran en varias decenas.

El último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, que estaba en el Kremlin cuando estalló el conflicto étnico-territorial en 1988, llamó a Ereván y Bakú a solucionar el conflicto de una vez por todas.

"La solución debe responder a los intereses de ambas partes, sin vencedores ni vencidos", dijo a la agencia RIA Nóvosti.

DECLARACIÓN CONJUNTA

El principal resultado de la reunión fue la firma de una declaración conjunta sobre el desarrollo de económico de la región, lo que incluye "pasos concretos", en particular en materia de infraestructura de transportes.

"Estoy seguro de que la realización de esos acuerdos irá en beneficio tanto del pueblo armenio como azerbaiyano", dijo Putin.

Los tres países se comprometen a desbloquear los vínculos económicos y las comunicaciones en la región, aspecto especialmente importante para la aislada Armenia, que no tiene salida al mar y vive enfrentada a Azerbaiyán y Turquía, que apoyó a Bakú en la guerra.

Una de las prioridades del grupo de trabajo tripartido, que se reunirá antes del 30 de enero, será el desarrollo de las comunicaciones por carretera y vía férrea.

Al respecto, Alíev destacó que después de 30 años de tensiones, Armenia tendrá acceso a la región autónoma de Najichevan y, a través de territorio azerbaiyano, podrá llegar a Rusia e Irán.

"La declaración está encaminada a crear una situación completamente nueva en la región", resaltó.

Por una vez, Pashinián coincidió con Alíev al considerar "muy importante" dicho documento y pronosticó que su cumplimiento puede "cambiar" el panorama en el Cáucaso sur.