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Bachelet,la prisionera política que aspira a gobernar dos veces Chile

La doctora socialista Michelle Bachelet, prisionera política durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), podría llegar por segunda vez a la presidencia de Chile si gana los comicios de este domingo, para los que es favorita.

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Michelle Bachelet.

La ex mandataria, que según un último sondeo captará un 60 por ciento de los votos, llega a esta encrucijada arropada por la enorme popularidad que logró en su primer gobierno (2006-2010), con políticas a favor de los jubilados, las mujeres pobres y la infancia.

De 62 años y madre de tres hijos, Bachelet es la líder de Nueva Mayoría, una coalición que reúne desde demócratacristianos hasta comunistas, algo inédito en la historia del país.

Se trata de una alianza heterodoxa reunida en torno a su figura y de un programa que básicamente pretende cambiar la Constitución heredada de la dictadura, instaurar la educación gratuita en las universidades y modificar el sistema de pensiones basado sólo en el ahorro personal.

Torturada y exiliada en la República Democrática Alemana (RDA) en 1974, Bachelet es además hija del general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, quien murió ese año en prisión por los golpes que le propinaron subalternos tras su detención, por oponerse al golpe militar y ser leal al derrocado presidente Salvador Allende.

Atea, separada y de sonrisa espontánea, Bachelet comenzó su ascenso política el año 2000, cuando el presidente Ricardo Lagos (2000-2006) la nombró ministra de Salud y le ordenó acabar en 90 días con las largas e históricas esperas en la atención primara.

Todos creyeron que fracasaría y que Lagos nombraría en el cargo a su amigo y vecino, el médico Hernán Sandoval. Pero Bachelet, criada en bases militares en su infancia, cumplió su misión y ganó el favor de los votantes. Nunca más retrocedió en las encuestas.

Abandonó el poder incluso con una popularidad de un 84 por ciento, con lágrimas en los ojos y abrazando a las mujeres que fueron a despedirla a La Moneda, meses antes de asumir como primera directora de ONU-Mujer.

Políglota y experta en defensa, Bachelet en un plano íntimo y político sólo cree en la lealtad. Tal vez es un resabio de los largos años de clandestinidad, de las traiciones recibidas.

Quienes han veraneado con ella en su residencia de Caburgua, en el sur de Chile, confidencian que sólo en ese círculo habla contra los políticos que le son desleales, lujo que no puede darse en televisión.

En ese ambiente canta, baila y nada en las aguas del lago que baña su casa, curiosamente aledaña a la de su ex amigo y hoy presidente, el liberal de derecha Sebastián Piñera.