Brahimi, que se reunió el domingo con líderes de la Liga Árabe en El Cairo, viajó hoy a Bagdad. Hasta ahora Irak se ha mostrado oficialmente neutral en el conflicto sirio, aunque el gobierno ha hecho pocos esfuerzos por frenar el flujo de voluntarios chiitas que acuden a luchar en el país vecino en apoyo del régimen de Bashar al Assad.
El domingo, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, nombró como fechas de la conferencia el 23 y 24 de noviembre, que hasta ahora no fueron oficialmente confirmadas por la ONU. En la sede de la Liga Árabe en El Cairo se insiste en que la fecha es sólo una propuesta.
En el encuentro, organizado a iniciativa de Rusia y Estados Unidos, se espera que participen el gobierno y la oposición. La Liga Árabe sigue trabajando para conseguir que la oposición en el exilio participe en las negociaciones, pero aún no hubo contactos con las brigadas rebeldes y la oposición tolerada por Al Assad sobre esa cuestión.
Mientras, sobre el terreno, habitantes de Yaramana, en las afueras de Damasco, informaron del avance del Ejército en la zona, con el objetivo de evitar avances rebeldes sobre la capital.
También en Alepo, en el norte del país, la situación escala por momentos: brigadas islamistas radicales asaltaron el único acceso entre la zona rebelde y partes de la ciudad de Alepo controladas por las tropas del gobierno. Entre los combatientes islamistas había también miembros del frente Al Nusra, informó el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.
En los alrededores de Alepo se produjeron nuevos combates entre el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), cercano a Al Qaeda, y las milicias kurdas.
También se reportaron enfrentamientos entre rebeldes y la policía, que dejaron varios muertos, en Sadad, un pueblo habitado por cristianos, informó el Observatorio citando a habitantes de la ciudad. Según su versión, rebeldes, entre ellos combatientes de Al Nusra, intentaron hoy entrar en el pueblo.
En el histórico pueblo, situado entre Damasco y Homs, viven sobre todo miembros de la Iglesia siria ortodoxa. Hasta ahora había acogido a desplazados de otros lugares del país.
Se estima que la guerra en siria ha costado ya la vida de unas 120,000 personas.