"La nuevas tecnologías de inteligencia artificial pueden ser la fuerza de nuevas posibilidades para incrementar la eficiencia y crear expresiones creativas", dijo en declaraciones a la prensa la vicepresidenta de la Comisión Europea para Valores y Transparencia, Verá Jourová.
"Pero como siempre, también tenemos que mencionar el lado oscuro y el potencial de consecuencias negativas para la sociedad respecto a la diseminación de desinformación", señaló, antes de reunirse con las 44 empresas que han firmado el código voluntario de buenas prácticas que ha promovido Bruselas para combatir la desinformación, del que se acaba de desmarcar Twitter.
Bruselas quiere que compañías como Microsoft o Google desarrollen las "salvaguardas necesarias" para evitar que "actores malignos" puedan utilizar sus nuevos sistemas como ChatGPT o Bard crear textos, imágenes o voces falsas para "generar desinformación", explicó Jourová, que puso especial hincapié en el interés de Rusia para que "disminuya la confianza de los ciudadanos en la democracia".
La Comisión Europea también quiere que las empresas desarrollen la tecnología necesaria para ser capaces de identificar este tipo de contenido, de tal manera que puedan aclarar a sus usuarios que lo ha generado un robot.
"He dicho muchas veces que tenemos la tarea de proteger la libertad de expresión, pero cuando se trata de la producción de la inteligencia artificial, no veo ningún derecho a la libertad de expresión para las máquinas", señaló Jourová.
La Comisión Europea quiere que las empresas adopten estas medidas de forma voluntaria, para ganar tiempo antes de que pueda entrar en vigor la ley de inteligencia artificial que se está negociando en Bruselas, que ya prevé actuaciones de este tipo, pero que como pronto entrará en vigor en 2026.
También quiere que actúen antes de que el próximo 25 de agosto empiecen a ser obligatorios los requisitos de la ley de servicios digitales, que obliga a las grandes plataformas a eliminar rápidamente el contenido ilegal de internet, cada vez que tengan conocimiento de su existencia.
En este sentido, la vicepresidenta de la Comisión recordó que Twitter tendrá que cumplir con esta ley, a pesar de que haya decidido abandonar el código voluntario de buenas prácticas.
Jourová, no obstante, evitó pronunciarse sobre si Bruselas va a acabar multando a Twitter por considerar que su propietario, el magnate Elon Musk, no toma medidas necesarias para combatir con la desinformación.
"No puedo predecir si la investigación (a Twitter) se finalizará antes de este año, si habrá alguna sanción. Me gustaría dar a Twitter la posibilidad de defender su derecho de hacer negocios en Europa sin ninguna sanción", afirmó Jourová.