Celebra Argentina su Bicentenario con reconocimiento a la democracia

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, encabezó hoy la misa de acción de gracias por el Bicentenario de la Independencia Nacional, en la que se reconoció a la democracia como uno de los máximos valores de este país.

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La presidenta de Argentina, Cristina Fernández saluda a sus seguidores hoy, 25 de mayo en las afueras de la Catedral de Luján (Argentina), donde se celebró una ceremonia religiosa con motivo del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810.

Acompañada por su esposo y antecesor Néstor Kirchner, y su gabinete en pleno, la mandataria protagonizó en la Basílica de Luján el Te Deum (Acción de Gracias) oficial, apenas segundos después de que terminara la “misa opositora” en la Catedral Metropolitana.

El oficio religioso fue dirigido por el obispo Agustín Radrizzani, quien recordó que Argentina recién cumple el mayor periodo democrático de su historia, y sólo han sido 27 años desde el fin de la última y más sangrienta dictadura militar (1976-1983).

“Debemos promover una mayor fidelidad a la democracia, se trata de una democracia con valores”, afirmó el prelado, en una velada crítica al debate que hay en el Congreso para aprobar o rechazar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Toda legislación presente o futura deber preservar la vida, la familia y el bien común”, dijo, aunque enseguida aclaró que sólo se referiría al Bicentenario como una oportunidad de crecimiento con la memoria, la identidad, la reconciliación y los desafíos como ejes.

En una jornada que estuvo dividida entre actos oficialistas y opositores y que estuvo muy lejos de mostrar unidad nacional, Radrizzani hizo un llamado a la reconciliación al considerar que se deben “superar conflictos” para abrazar los ideales democráticos.

Reconoció que “las luchas fraticidas” han marcado la historia del país y que la Iglesia católica no se excluye “de estas miserias”, pero se debe pelear por una justicia equitativa, una mayor redistribución de la riqueza y por la independencia de los poderes.

Radrizzani explicó que el Bicentenario “es un desafío insoslayable para la democracia argentina” y que se está ante “una oportunidad única a nivel mundial donde la llamada globalización nos obliga a no perder identidad ni replegarnos en nosotros mismos”.

El prelado católico se pronunció, también, a favor de una mayor integración del continente en “la patria grande soñada” por los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar.

Luego del Te Deum, Fernández se dirigió a la presidencial Casa Rosada, en donde continuará con su intensa agenda de actividades, en la que se incluye el recibimiento de varios mandatarios de la región que asistieron a la celebración del Bicentenario de Argentina.