El número de reactores nucleares seguirá aumentando, aunque el ritmo no será tan rápido como antes, dijo Amano, tras reunirse en Tokio con el primer ministro, Naoto Kan.
“Algunos países, como Alemania, han revisado su política respecto a la energía nuclear, pero muchos otros piensan que necesitan centrales nucleares para luchar contra las emisiones de gases a efecto invernadero y contra el cambio climático”, agregó.
China también suspendió, a causa del accidente en Fukushima, la construcción de nuevas centrales nucleares, con el objetivo de revisar sus estándares de seguridad, pero ello no impidió que el Gobierno diera luz verde a la finalización de los proyectos ya aprobados o en construcción.
China tiene actualmente 14 reactores nucleares y construye o planea construir otros 20 en los próximos años.
El terremoto y posterior tsunami que golpeó el noreste de Japón el pasado 11 de marzo provocó que cuatro de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima quedaran dañados y elevaran la radioactividad en la región hasta niveles varias veces por encima de lo permitido.
Como consecuencia de este incidente nuclear, el peor desde el que en 1986 afectó a la central ucraniana de Chernobil, 36 de los 54 reactores nucleares con los que cuenta Japón –un país que sufre de gran actividad sísmica- están actualmente detenidos.