"Esperamos recibir respuestas", citaron medios cubanos al subjefe de la delegación cubana, Gustavo Machín, poco antes de su viaje a Estados Unidos para una nueva ronda de diálogos el viernes.
"Sería un contrasentido" que su país reanude relaciones diplomáticas con Estados Unidos mientras esté en esa lista, subrayó Machín.
Otro de los temas pendientes de respuesta mencionados por el subdirector de Asuntos de Estados Unidos de la cancillería cubana es la solución a los problemas financieros de su Sección de Intereses en Washington, que no tiene actualmente cuentas bancarias por dificultades derivadas del embargo económico de Estados Unidos.
El gobierno norteamericano colocó a Cuba en 1982 en su lista de Estados a los que considera patrocinadores del terrorismo, en la que la acompañan actualmente sólo Irán, Sudán y Siria.
La lista contempla sanciones y restricciones comerciales para los países incluidos en la lista. La mayoría de ellas, sin embargo, ya estaban vigentes desde hace décadas en el caso de Cuba debido al embargo norteamericano impuesto en los años 60.
Aunque el gobierno de los Castro tiene un largo historial de apoyo a movimientos insurgentes en América Latina y África en décadas pasadas, Cuba se ha distanciado en la práctica desde hace tiempo de la lucha armada.
Observadores citan su actual papel como sede del proceso de paz colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como argumento para sacar a Cuba de la lista de Estados Unidos.
Machín aseguró asimismo que la parte cubana lleva a Washington "propuestas" para debatir en torno a los derechos humanos, un tema que opacó las primeras negociaciones entre ambos países a mediados de enero en La Habana.
La delegación estadounidense liderada por la subsecretaria de Estado Roberta Jacobson sostuvo entonces que seguiría "presionando" a Cuba por la falta de libertades civiles en la isla.
El equipo negociador cubano liderado por la diplomática Josefina Vidal respondió diciendo que también le preocupaban asuntos de derechos humanos en Estados Unidos.
La isla equipara tradicionalmente los derechos humanos a avances sociales colectivos como el acceso universal a la educación y la salud, y rechaza vincularlos a derechos políticos individuales como las libertades de expresión y libre reunión.
Las delegaciones de Estados Unidos y Cuba se reunirán este viernes en Washington para continuar con la histórica negociación diplomática abierta en enero en La Habana.
Ambos países anunciaron a mediados de diciembre de forma inesperada que reanudarán sus relaciones diplomáticas tras décadas de hostilidades y enfrentamiento ideológico.
Se espera que en Washington ambos países tracen una hoja de ruta para la próxima reapertura de embajadas en sus respectivas capitales. (DPA)