La primera bomba fue hallada por una patrulla de policía fuera de uno de los halls de llegadas en la Terminal 1. Una vez desactivada los agentes registraron todas las instalaciones y encontraron otra junto al automóvil de un comandante de la policía.
Al parecer el segundo explosivo iba a ser activado con una llamada telefónica desde un celular, pero el uso de aparatos que bloquean la red mientras las fuerzas de seguridad desactivaban la primera bomba impidió la explosión.
Poco después de las 09:00 de la mañana (07:00 GMT) otra bomba estalló en una calle comercial en el centro de El Cairo, causando daños en las tiendas pero ninguna víctima.
La capital egipcia es blanco de diversos ataques con bombas desde la destitución del presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013.
La mayoría han sido dirigidos contra las fuerzas de seguridad, causando decenas de muertos y heridos. Bombas de estruendo y otros artefactos no letales también han sido colocados en instalaciones civiles como el sistema de metro. Los grupos yihadistas se han atribuido la mayoría de los ataques. (DPA)