El Gobierno demócrata ha insistido durante estos últimos once meses que el fin del Título 42 no significa que la frontera sur esté abierta a la inmigración irregular y que se sigue expulsando a aquellas personas que no tienen base legal para entrar en el país.
El portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Luis Miranda, explicó que entre el 12 de mayo de 2023 y el 17 de abril de este año fueron deportadas 690,000 personas, la inmensa mayoría migrantes que cruzaron sin permiso la frontera con México.
Según Miranda, el último año fue el de mayor número de expulsiones desde 2011.
El portavoz intentó desmentir la "desinformación" que corre en redes sociales según la cual es fácil cruzar la frontera y advirtió de que en realidad se están aplicando procesos "rápidos" de expulsión.
Señaló además que aquellas personas que pidan asilo y puedan permanecer en el país tardarán más de 150 días en conseguir un permiso de trabajo.
La migración se ha convertido en un tema central en la campaña de las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre entre Biden y Trump, dado que los republicanos acusan al Gobierno demócrata de tener una política de fronteras abiertas y generar una "invasión" de migrantes.
El año pasado se registró una cifra récord de más de dos millones de arrestos en la frontera con México, en medio de un aumento global en el movimiento de personas, motivadas por la búsqueda de mejores oportunidades económicas en Estados Unidos y huyendo de diferentes crisis sociales y políticas en América y otros lugares del mundo.