Una de ellas, la sospecha estadounidense de que China está suministrando componentes a Rusia para ser utilizados en su guerra contra Ucrania, cuestión que el diplomático mencionó durante las reuniones que mantuvo en Pekín con los líderes chinos.
El diplomático planteó su preocupación por el suministro de varios materiales hasta el punto de asegurar que "a Rusia le resultará difícil mantener su esfuerzo bélico sin la ayuda de China".
Blinken insistió en que China tiene que "abordar" esta cuestión, y no descartó sanciones a empresas que proporcionen material a Rusia.
Por su parte, China, que ha negado en reiteradas ocasiones que venda armamento o equipos militares a Rusia, defiende que mantiene una relación comercial "normal" con Moscú y tildó de "hipócrita" e "irresponsable" a Washington por "realizar acusaciones infundadas mientras aprueba una ley de ayuda masiva a Ucrania".
Mientras Blinken destacaba ante la prensa que EEUU tiene el deber de "defender la seguridad de Ucrania pero también la de toda Europa", para Pekín la "única forma correcta" de abordar el conflicto es "tener en cuenta las legítimas preocupaciones de todas las partes".
El diplomático estadounidense se refirió también al mar de China Meridional y aseguró que Estados Unidos tiene que "garantizar la libertad de navegación", algo que "no es solo crítico para países como Filipinas sino para cualquier otra nación del Pacífico y del mundo".
"Hemos mostrado nuestra preocupación por las maniobras de China en ese mar. Estados Unidos busca una desescalada, pero mantendrá su compromisos de seguridad", dijo en referencia al tratado de defensa mutua entre Washington y Manila.
El representante norteamericano también trasladó a su homólogo Wang Yi durante su reunión de este viernes que espera que China pueda "usar su influencia" en países como Irán o Corea del Norte para que muestren disposición a dialogar en asuntos regionales.
"Problemas por resolver"
Al margen, Blinken celebró que se hayan restablecido las comunicaciones entre militares de China y de EEUU o que se haya avanzado en la lucha antinarcóticos, y apostó por "fortalecer las líneas de comunicación" para "abordar las diferencias de manera responsable" para "evitar percepciones erróneas o errores de cálculo".
El viaje de Blinken dejó como plato fuerte su reunión, que no estaba prevista en la agenda oficial, con el presidente chino, Xi Jinping.
Xi fue tajante en este encuentro al afirmar que Estados Unidos tiene que ser "fiel" a su palabra y subrayó que "no se puede decir una cosa y luego hacer otra".
El mandatario se refería a los últimos desencuentros entre ambas superpotencias, como la reciente venta estadounidense de armas a Taiwán, isla que Pekín reclama como propia, las críticas por el exceso de capacidad industrial o la más reciente aprobación por parte del Senado estadounidense de un proyecto de ley que obligará a la empresa china ByteDance a vender la aplicación de vídeos TikTok si no quiere que la plataforma sea prohibida en Estados Unidos.
Blinken aclaró al término de su visita de tres días que no habló durante sus conversaciones sobre el posible veto a la plataforma, si bien sí trasladó a los líderes chinos su recelo por lo que EEUU considera "prácticas comerciales desleales" y pidió "igualdad de condiciones" al país asiático.
El líder chino, por su parte, aseguró que los dos países tienen suficiente espacio para desarrollarse y prosperar, y que a Pekín le gustaría ver unos Estados Unidos "confiados, abiertos, prósperos, en desarrollo".
"De la misma manera, esperamos que EEUU pueda tener una visión positiva del desarrollo de China. Las relaciones realmente se estabilizarán, mejorarán y avanzarán cuando eso suceda", aseveró.
Asimismo, el líder chino recordó el encuentro que mantuvo el pasado noviembre en San Francisco con su homólogo Joe Biden, y destacó que ambas partes están tratando de poner en marcha "los consensos alcanzados entonces".
"Se han logrado algunos avances. Sin embargo, todavía quedan problemas por resolver, y son necesarios mayores esfuerzos", agregó Xi, que resaltó igualmente que la actual situación internacional necesita que China y Estados Unidos "fortalezcan el diálogo, gestionen las diferencias y promuevan la cooperación".