Hong Kong recupera la calma tras una histórica huelga general

Hong Kong recuperó hoy la calma tras la histórica huelga general de este lunes, que paralizó la ciudad, mientras Pekín advirtió de que tanto el Gobierno como la Policía de la excolonia británica están preparados para llevarles ante la Justicia por sus actos.

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La normalidad volvía a este centro financiero internacional tras una jornada marcada por largas horas de protestas, y de enfrentamientos entre Policía y manifestantes en varios distritos de la ciudad.

En una rueda de prensa, un portavoz de la Policía indicó que 148 personas de entre 13 y 63 años fueron detenidas ayer por delitos como manifestación ilegal, agresión a agentes de la autoridad, obstrucción a los agentes en la ejecución de sus tareas o posesión de armas.

"En dos meses, los alborotadores han destruido de forma temeraria el Estado de derecho. Sus actos han obstruido de manera grave la seguridad ciudadana", indicó el superintendente John Tse.

Durante la jornada de huelga, los efectivos antidisturbios dispararon 800 botes de gases lacrimógenos, 140 balas de goma y otras 20 de esponja.

La de la Policía no fue la única rueda de prensa del día: un grupo de jóvenes manifestantes convocó a los medios esta mañana para condenar el "uso excesivo de la fuerza" por parte de las fuerzas de seguridad y para disculparse ante los ciudadanos que se vieron afectados por la huelga, que paralizó el metro y calles de la ciudad.

Pese a que a las 19.00 hora local (11.00 GMT) de hoy no se había informado de ningún incidente, algunos rumores circulaban en redes sociales asegurando que las mafias locales habían planeado atacar a los ciudadanos en la zona de North Point, lo que provocó que algunas tiendas de este distrito de la isla de Hong Kong cerrasen antes de lo habitual.

Y es que la noche anterior, en esa misma zona, decenas de hombres supuestamente pertenecientes a un grupo mafioso local llamado "clan Fujian" atacaron a manifestantes antigubernamentales con palos hasta que éstos, que los superaban en número, consiguieron rechazar el ataque y hacer que huyeran.

Un episodio similar se vivió en el área de Tsuen Wan, donde al menos una persona resultó herida tras ser apuñalada.

Todos estos acontecimientos se siguen con interés desde el Gobierno central: en la capital china se celebró por segunda semana consecutiva una rueda de prensa de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado (Ejecutivo).

Su portavoz Yang Guang consideró que las acciones de los "radicales" van más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse: "Toda esa gente que toma a la Policía como objetivo o que prende fuego a comisarías está creando un gran daño a la sociedad (...). Esto tiene que parar".

"Tenemos que prestar atención a los extremistas que arrojaron la bandera nacional china al mar, desafiando la soberanía nacional y el principio de 'un país, dos sistemas'. Esto se ha ido de las manos y hay que llevarlos ante la Justicia", señaló Yang al hacer balance de la crisis hongkonesa.

"Ellos creen que sólo la violencia puede traer justicia. Incluso han forzado a los residentes locales a participar en sus actos. Hay que parar esto ya y restaurar el orden y la ley. Pedimos a los residentes que digan 'no'. Si las protestas siguen, ¿quién creen que pagarán la factura?", añadió.

Asimismo, Pekín reiteró su apoyo al Ejecutivo hongkonés liderado por Carrie Lam, al que pidió que tome "medidas" para garantizar la seguridad en lo que parecía dar un paso más para presionar e intimidar a los manifestantes.

"Esperamos que los hongkoneses apoyen a Lam, al Gobierno y a la ley, y que quienes perpetran estos actos sean llevados a la justicia. No sólo la gente que protesta en primera línea, sino quienes están entre bastidores, les organizan y les dan apoyo", resumió.

El portavoz defendió a la Policía hongkonesa a la hora de aplicar "métodos firmes" para "traer el orden de vuelta" porque "los violentos están quebrando la ley y por eso deben ser llevados a la justicia. Vamos a salvaguardar el estado de Derecho hongkonés y el principio de 'Un país, dos sistemas'", dijo.

"No subestimen la determinación del Gobierno central de apoyar y salvaguardar Hong Kong", retó el portavoz, que no quiso responder a la pregunta de un periodista de si China renunciará o no al uso de la fuerza para solventar la crisis.

Lo que sí trascendió hoy es que más de 12.000 antidisturbios chinos han llegado a la vecina localidad de Shenzhen para participar en un simulacro de disolución de protestas con vistas a la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, anunció el cuerpo policial en la red social Weibo.

Por su parte, Yang consideró que los jóvenes manifestantes necesitan "más educación" porque "deben amar a China y a Hong Kong, y las escuelas y las familias en muchos casos les están alentando a salir a las calles. Hay que promover el patriotismo y dejar claro que los problemas no se solucionan mediante la violencia".

En ese sentido, la prensa oficial china daba hoy su propia versión de la huelga del lunes, haciendo hincapié en que "los manifestantes no tienen respeto por otra gente", de acuerdo con declaraciones de residentes recogidas por el rotativo estatal China Daily.