Hong Kong se dota de más poderes para combatir el tráfico de flora y fauna

Hong Kong, uno de los principales puertos de entrada a Asia de tráfico de flora y fauna, ha aprobado una nueva ley que convierte algunos de estos delitos en "crímenes graves y organizados", lo que otorga a las autoridades mayores poderes para enfrentarse a esas actividades.

El diario hongkonés The Standard informó hoy de que el Parlamento de la ciudad semiautónoma aprobó este miércoles la inclusión del tráfico de flora y fauna en la Ley de Crímenes Graves y Organizados, lo cual dota a las fuerzas de seguridad de nuevas herramientas para "investigar las importaciones y exportaciones ilegales, la posesión de especies amenazadas y para congelar los bienes obtenidos con esos crímenes".

"Incluso si se arresta a los criminales, los autores intelectuales de esos crímenes continúan en libertad", argumentó ante los legisladores hongkoneses la diputada Elizabeth Quat Pui-fan, proponente de la modificación de la normativa vigente para que diera cobertura a los citados delitos.

En la organización ecologista WWF recibieron con los brazos abiertos la noticia, y la gestora de conservación de flora y fauna en Hong Kong, Jovy Chan Yuet-shan, indicó que "los traficantes explotan los puertos de Hong Kong con el tráfico continuo de las especies más amenazas de animales y plantas. El volumen está aumentando, lo que contribuye a la crisis de extinción mundial".

Hong Kong es uno de los principales puntos de entrada a Asia del contrabando de especies protegidas, aunque suele ejercer de puerto intermedio, mientras que el destino final tiende a ser o bien China u otros países del sudeste asiático, como Vietnam o Tailandia.

Hasta ahora, la falta de los poderes necesarios para investigar y perseguir este tipo de crímenes provocó, por ejemplo, que la incautación récord de 8.3 toneladas de pangolines, así como de 2.1 toneladas de marfil en 2019 en Hong Kong, se quedaran sin procesar al no contar con las pruebas necesarias.