Irán defiende que ha hecho "el máximo esfuerzo" para cooperar con el OIEA

Irán defendió este martes que ha cooperado y aclarado las dudas del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y que seguirá haciéndolo de forma "constructiva", después del último informe negativo de la agencia nuclear de la ONU.

Etiquetas: 

Ese informe publicado este lunes critica que Irán no responde a dudas concretas sobre sus actividades nucleares pasadas y confirma el enriquecimiento de uranio en una cantidad y una pureza muy por encima de la acordada en el pacto nuclear de 2015.

"Irán hasta ahora ha hecho su máximo esfuerzo para cooperar de manera sustancial con el organismo y proporcionar las aclaraciones y respuestas necesarias", subrayó en su cuenta de Twitter el representante de Irán ante el OIEA, Kazem Gharibabadi.

El embajador añadió que acogen "con beneplácito la disposición del organismo para participar en un esfuerzo proactivo y centrado en resolver los problemas sin demora".

"Como antes, seguiremos cooperando de forma constructiva con la agencia. Esperamos encarecidamente que esa determinación mutua logre un resultado práctico visible lo antes posible", concluyó.

El OIEA precisó en su informe de ayer que Irán dispone actualmente de 3.241 kilos de uranio enriquecido, un 9,2 % más que en febrero, con unos pocos kilos de ese material (2,4) con una pureza del 60 %, un valor cercano al necesario para fabricar bombas atómicas.

También considera "profundamente preocupante" que Irán siga sin responder a preguntas sobre la presencia de material fisible en tres instalaciones no declaradas como nucleares hasta ahora, lo que afecta a la capacidad de la agencia para garantizar la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.

Esta falta de transparencia puede constituir una violación de los acuerdos de salvaguardia de Irán con la agencia, al margen de los incumplimientos del acuerdo nuclear en cuanto a la pureza y cantidad de uranio enriquecido, algo de lo que Teherán ha informado con antelación.

Irán comenzó en mayo de 2019 a incumplir la mayoría de su obligaciones nucleares en represalia por la retirada del pacto de EE. UU. un año antes y su reimposición de sanciones.

Sigue en principio respetando los acuerdos de salvaguardia pero dejó de implementar, además, en febrero pasado el llamado protocolo adicional, que permitía inspecciones sin previo aviso a cualquiera de sus instalaciones nucleares.

Para mitigar el impacto en las inspecciones, el OIEA alcanzó un acuerdo interino de verificación con Irán de tres meses de duración, que en mayo fue extendido por un mes más para facilitar las negociaciones nucleares en curso en Viena para salvar el pacto de 2015.

Irán y las delegaciones de los cinco países restantes en el acuerdo -Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania- comenzaron a principios de abril una nueva etapa de negociaciones, en las que EE. UU. asiste de modo indirecto.

El nuevo presidente estadounidense demócrata, Joe Biden, quiere volver al pacto pero exige para ello que Irán cumpla primero sus obligaciones nucleares, mientras que Teherán pone como condición la eliminación de las sanciones.

El histórico acuerdo nuclear de 2015 limita el programa atómico iraní a cambio del levantamiento de las sanciones con el objetivo de evitar que la República Islámica se haga con bombas nucleares.