En Múnich, donde el catolicismo es la principal religión, la cantidad de personas que abandonó oficialmente la Iglesia católica pasó de 602 en septiembre a 1.250 en octubre. En Colonia, la cantidad se duplicó el mes pasado y llegó a 571.
La Iglesia evangélica en Alemania también vio aumentar la pérdida de feligreses en un 80 por ciento.
El portavoz del obispado de Trier, André Uzulis, aseguró que la indignación que generaron los costos de la nueva residencia del obispo de Limburgo, Tebartz-van Elst, fue señalada en muchos casos como la razón por la cual se abandonaba la iglesia.
Franz-Peter Tebartz-van Elst, conocido como "el obispo del lujo", fue suspendido por el papa Francisco al conocerse que las reformas de su residencia llegó a costar al menos 31 millones de euros (42 millones de dólares). El caso está siendo estudiado y aún se desconoce cuál será el destino del religioso.