La junta militar de Sudán ofrece "diálogo" tras la represión en el país

La junta militar que gobierna Sudán manifestó hoy su disposición a "dialogar" con todas las fuerzas políticas del país, un día después de haber roto todos los acuerdos suscritos con la oposición y en medio de una oleada de represión con decenas de muertos.

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"Abrimos nuestras manos blancas al diálogo con todas las fuerzas políticas en el país para el interés de Sudán", destacó el presidente de la junta militar, Abdelfatah Burhan, en un discurso televisado.

Burhan reiteró su "lamento" por los muertos y heridos en el desalojo a tiros de la acampada opositora del centro de Jartum, ocurrido el lunes 3 de junio.

El Comité Central de Médicos, un sindicato opositor, afirma que al menos 60 personas murieron y 326 están hospitalizadas por el asalto a la acampada y la represión contra opositores que ha continuado desde entonces.

Los militares sudaneses, que detentan el poder desde el derrocamiento de Omar al Bashir el pasado 11 de abril, irrumpieron a tiros en la mañana del lunes en la acampada que se mantenía desde hace dos meses en Jartum y atraía a miles de personas todos los días para protestar en demanda del tránsito a un Gobierno civil.

La acampada, epicentro de la revolución que llevó al derrocamiento de Al Bashir, fue destruida por completo por los militares, según denunció la oposición.

Después del asalto, los militares han interrumpido las comunicaciones, internet y la emisión de todas las cadenas de radio de la capital.

Los manifestantes han colocado barricadas en las principales avenidas de Jartum y las fuerzas de seguridad han tratado de desmontarlas en algunos puntos.

Burhan anunció el martes la suspensión de todos los acuerdos alcanzados en las últimas semanas con la oposición y se comprometió a convocar elecciones en un lapso máximo de nueve meses.

Varias fuerzas de la oposición mostraron su oposición a la convocatoria de elecciones antes de acometer reformas para desmontar las estructuras del Estado del régimen de Al Bashir y antes de que se juzguen a los responsables de su Gobierno, y han acusado al Ejército de perpetrar una masacre.