Según un comunicado emitido por la empresa propietaria de la explotación, "un número significativo de empleados ha vuelto a sus puestos de trabajo".
Además, Lonmin, que lanzó ayer, domingo, un ultimátum a sus trabajadores, a los que había amenazado con despedir si no se reincorporaban hoy a sus puestos, extendió el plazo hasta mañana debido a las "actuales circunstancias", en referencia a la extrema tensión que se vive en los alrededores de la mina.
"Tras varios contactos con las fuerzas sindicales, la compañía ha anunciado que los huelguistas ilegales contarán con un día extra para volver al trabajo debido a las circunstancias actuales", afirma el comunicado de Lonmin.
Por otra parte, la empresa, basada en el Reino Unido, aseguró que el 27 por ciento de los trabajadores acudieron hoy a sus puestos de trabajo, una cifra que ha sido rechazada por los promotores de las protestas.
Unos 3,000 mineros iniciaron una huelga el 10 de agosto con la que exigían un incremento de los salarios y que el pasado jueves acabó en tragedia al morir 34 mineros a manos de la Policía, que disparó contra un grupo de ellos.
Para tratar de poner fin a la huelga, Lonmin y los sindicatos de la explotación mantuvieron conversaciones hoy.
"Quienes representan a la gran mayoría de nuestros trabajadores han dejado claro en las conversaciones de hoy que lo que debemos intentar es volver a la normalidad mientras tratamos curar las heridas", afirma la misiva de Lonmin.
En total, desde el inicio de la huelga, 44 personas han resultado muertas, lo que la convierte en la protesta más sangrienta de Sudáfrica después del fin del régimen racista del apartheid, que cayó a principios de los años 90 y que gobernó el país durante cuatro décadas.
Sudáfrica inició hoy una semana de luto oficial por las 44 víctimas que decretó ayer el presidente del país, Jacob Zuma, que anunció que el funeral oficial se celebrará el próximo jueves.