La oposición bielorrusa congrega a más de 10,000 personas en el centro de Minsk

La oposición bielorrusa ha congregado a más de 10.000 personas en el centro de Minsk para un mitin convocado después de que el presidente, Alexandr Lukashenko, acusara a la oposición de intentar tomar el poder tras las recientes polémicas elecciones.

“Sania (diminutivo de Alexandr), vete”, “No a la violencia” o “Se busca vivo o muerto”, se puede leer en los carteles que los activistas han pegado en la céntrica plaza de la Independencia, donde se encuentra el edificio del Gobierno.

Los manifestantes demandan la renuncia de Lukashenko, unas nuevas elecciones presidenciales y se solidarizan con los huelguistas, contra los que hoy el primer ministro bielorruso ha amenazado con tomar medidas legales.

Otra manifestación aún de mayor tamaño, según la prensa, tiene lugar en el centro de Grodno, la quinta ciudad del país y que se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con Polonia y Lituania.

Lukashenko advirtió hoy a los miembros del recién creado Consejo coordinador opositor para el traspaso pacífico del poder con “medidas adecuadas” por intentar “tomar el poder”.

Una de las líderes de la oposición, María Kolésnikova, rechazó las acusaciones y aseguró que el único objetivo del órgano opositor es que las autoridades entreguen civilizadamente el poder, tras lo que se convocarían nuevas elecciones presidenciales.

"No es un partido político, sino una comunidad de ciudadanos que debe influir en el traspaso pacífico del poder", explicó Kolésnikova.

También negó que quiera romper lazos con Rusia, sino que buscará forjar unas relaciones “pragmáticas” tanto con Moscú como con Ucrania y la Unión Europea.

La oposición bielorrusa expresó hoy su confianza en que la UE, que celebrará el miércoles una cumbre telemática, proponga su propio mecanismo de arreglo de la crisis.

El domingo la oposición celebró la manifestación antigubernamental más numerosa en casi 30 años de independencia de la antigua república soviética, pero Lukashenko respondió que no convocará nuevas elecciones "ni muerto".