El mensaje surge de las conclusiones del segundo foro internacional sobre los derechos humanos de las personas mayores, realizado la semana pasada por la CEPAL y el gobierno de la Ciudad de México.
El informe de CEPAL enfatizó que es “deseable y viable, aplicar un enfoque de derechos en las políticas públicas dirigidas a este grupo social en América Latina y el Caribe”.
En 2010, indicó la entidad, las personas de 60 años y más representaban 9.8 por ciento del total de la población de la región, y se estima que en 2015 llegarán a 11.2 por ciento, según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de la ONU.
La CEPAL insta a desarrollar políticas que tengan un enfoque de derechos y que estén orientadas a reducir la desigualdad, la pobreza y la discriminación hacia las personas mayores y a generar los mecanismos y los marcos legales para proteger sus derechos.
Entre las medidas que deben emprender los Estados para combatir la discriminación, indica el documento dado a conocer por la CEPAL, se plantea la eliminación de las barreras legales e institucionales, la prohibición legal y la sanción de la discriminación por razón de edad.
La información señala que las mujeres mayores “siguen sufriendo de una doble discriminación en función de su edad y género”, por lo que “el enfoque de género debe de estar presente de manera transversal” en el diseño y aplicación de las políticas públicas.
Los cuidados de la vejez no pueden seguir siendo abordados como una cuestión familiar, y el estado debe desarrollar políticas públicas ”que atiendan a las generaciones de personas mayores por venir”, apunta la nota.
Se propone para ello “avanzar en la construcción del cuidado como un nuevo riesgo social que debe ser incorporado en los sistemas de protección social por medio de una amplia variedad de servicios, beneficios y prestaciones”.
Además, se plantea “la necesidad de seguir avanzando en materia de pensiones no contributivas en la región de América Latina y el Caribe.
Dada la falta de cobertura y calidad de los sistemas de seguridad social las pensiones no contributivas, se convierte en un factor de dignificación, autonomía y, sobre todo, de empoderamiento”, señala la información de CEPAL.