En un mensaje que ofreció en Seúl minutos antes de viajar a Yokohama, Calderón Hinojosa señaló que se reforzó el compromiso para combatir las prácticas de corrupción en todos los niveles, la necesidad de trabajar contra el lavado de dinero y la evasión de impuestos que se presentan en algunas jurisdicciones.
Indicó que en el seno del G-20 se habló sobre temas de coordinación de las políticas macroeconómicas que deben consolidar la recuperación de la economía global y establecer las bases para un crecimiento fuerte, sostenible y balanceado en el mediano plazo.
Mereció una especial atención, dijo, el tema de los "desequilibrios" que existen en diversos mercados, en el que México hizo un llamado para que, desde un enfoque de colaboración y cooperación, se establezcan los acuerdos y las medidas que permitan corregirlos.
La discusión se centró en los señalamientos que se hacen unas economías a otras, como por ejemplo, hay quienes señalan que la constante o artificial depreciación del Yuan, la moneda china, provoca un desequilibrio en la economía global, refirió.
Mencionó que esa condición provoca un elevado superávit de la balanza comercial de China, que afecta al resto de las economías y que tiene efectos "espejo" en otras, mientras que por el lado de Estados Unidos, hay un enorme déficit en la balanza comercial que afecta el comercio internacional y genera especulación con dinero.
Calderón Hinojosa sostuvo que hay quienes atribuyen estos desequilibrios financieros internacionales a políticas monetarias "muy laxas" o muy poco estrictas, como es el caso de Estados Unidos, que ocasiona una política monetaria expansiva y una baja de las tasas de interés, como se ha podido constatar.
La disminución en las tasas de interés provoca una salida masiva de capitales estadunidenses hacia las economías del mundo, lo que a su vez se refleja en que se aprecian las monedas respecto del dólar, como es el caso del peso mexicano y de otras en América Latina, y se vuelven menos competitivas en los mercados de exportación.
Por ello, resaltó, la solución de fondo tiene que ser el establecer políticas macroeconómicas mucho más responsables, que no manipulen o no pretendan controlar las variables que debe regular el mercado, es decir tanto el tipo de cambio como las tasas de interés.
Señaló que a nombre de México advirtió parte del origen de la crisis mundial que se vivió en 2009 se debió a esos desequilibrios, es decir, con un exceso de capital especulativo en diversos mercados, en los precios de las materias primas, que se transmitió a mercados financieros no regulados, como es el caso de los derivados.
Por Héctor Alvarez Fernández