Malmström, comisaria europea de Comercio: "Mi sucesor tendrá días difíciles"

"Mi sucesor tendrá días difíciles", auguró la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstöm, tras destacar las relaciones con Estados Unidos y China en "la lista muy larga" de desafíos a la que tendrá que enfrentarse la persona que en seis semanas herede su cartera.

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La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstöm.

La incertidumbre por el "brexit", que "nadie sabe cómo acabará", la puesta en cuestión del sistema multilateral y las serias dudas sobre el futuro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) figuran también en lugar destacado entre los quebraderos de cabeza más importantes, dijo, con los que tendrá que lidiar su sustituto.

Un inventario de contratiempos que Malmström desgranó en una entrevista con Efe con motivo de su visita a Madrid para celebrar, entre otros actos en su apretada agenda de este martes, un "diálogo ciudadano" en la Fundación Carlos de Amberes junto al ministro español de Agricultura en funciones, Luis Planas, o participar como protagonista en el Foro Nueva Economía.

"Estamos en un tiempo difícil en lo que concierne al comercio, con el proteccionismo, el no alineamiento de las instituciones internacionales, la situación de la OMC, que es muy preocupante, la voluntad de la administración estadounidense de impulsar aranceles en todos los sitios y contra todos. Es un gran desafío", señaló.

Para Malmström es "muy difícil de entender" la estrategia del presidente estadounidense, Donald Trump, que gobierna a golpe de miles de tuits, muchos relacionados con el comercio y la política monetaria; amenaza con imponer o impone aranceles y lleva desde marzo de 2018 en guerra comercial con China.

"La situación en muy impredecible. Es algo que no entendemos porque las guerras comerciales nunca han sido buenas para nadie y en este mundo de muchos conflictos y de muchos factores imprevisibles sería mucho mejor trabajar con los americanos porque compartimos muchas de sus críticas a China", lamentó la comisaria sueca.

El conflicto arancelario entre las dos mayores economías mundiales, China y EE.UU., y las dudas en Europa por el "brexit" son los dos principales factores de la desaceleración del comercio internacional, que crecerá un 2,6 % interanual en 2019, cuatro décimas menos que en 2018, según las últimas previsiones de la OMC.

Esa estrategia de tensión comercial que Trump mantiene con China también la aplica a la Unión Europea (UE): empezó con aranceles al acero y aluminio europeos, se suavizó en julio de 2018 levemente al avenirse la UE a aumentar sus importaciones de soja y gas licuado estadounidense, y se volvió a avivar recientemente con nuevas amenazas contra los vehículos europeos y el vino francés.

"Es ridículo, nunca acaba. Nosotros también podemos ponerles muchos aranceles. Lo hemos hecho como una respuesta a los aranceles al acero y al aluminio, dentro del reglamento de la OMC y a muy a nuestro pesar", recordó Malmström.

"Eso no nos gusta -remarcó- porque todo el mundo sufre y con los americanos, aunque estamos en desacuerdo en algunas cosas, somos amigos. Las relaciones transatlánticas datan de muchos, muchos años. Es mucho mejor trabajar juntos que hacer esto, pero es una situación difícil. Dañamos a empresas europeas y americanas".

Es el caso del sector de la aceituna de mesa española, muy golpeado por el incremento de los aranceles estadounidenses, algo que la UE denunció ante la OMC y que esconde un "preocupante" ataque de Washington a toda la Política Agraria Común (PAC), dijo.

Denuncia cuyo futuro es tan incierto como el de la misma OMC, que se acerca a su 25 aniversario con una seria posibilidad de ver paralizado al final de año su Órgano de Apelación por el veto desde 2017 de EE.UU. al nombramiento de nuevos miembros. Eran siete, ahora solo quedan tres, y dos de ellos acaban su mandato en diciembre.

"Con la lista de problemas que hay y sin Órgano de Apelación será muy difícil resolverlos. La OMC no va a colapsar porque hay 164 países miembros, la mayoría, que quieren que el sistema sobreviva, pero es muy, muy preocupante", subrayó la comisaria europea.

Para Malmström ante tanta incertidumbre solo hay una salida: "abrir más mercados" para generar negocio, riqueza y empleo.

Y en esa labor estuvo en los últimos cinco años como responsable de Comercio en la Comisión de Jean-Claude Juncker, y logró acuerdos tan importantes como los alcanzados con Canadá, Japón o Mercosur, con el que "si hay un país en Europa que gana es España", aseguró.

La suerte es que los países de la UE últimamente van "juntos" con "bastante armonía" en temas de comercio, y trabajan con otros, como México, Argentina, Canadá, Japón, Corea de Sur o Nueva Zelanda, que comparten "la idea de que el multilateralismo es algo positivo, que vale la pena conservarlo, fortalecerlo y modernizarlo".

Esos países, concluyó Malmström, "miran hacia Europa, y tenemos la responsabilidad de estar ahí".