Más de 40 detenidos por ataques contra negocios extranjeros en Sudáfrica

Un total de 45 personas fueron detenidas en las últimas horas en Sudáfrica, en relación con los ataques contra comerciantes y negocios extranjeros en el suburbio de Diepsloot (en el norte de Johannesburgo), informa hoy la prensa local.

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La ola de violencia se desató cuando un comerciante somalí mato a tiros a dos presuntos ladrones zimbabuenses.

La Policía les acusa de violencia pública, y, en algunos casos, por participar en asaltos a propiedades y tenencia ilícita de armas de fuego.

La violencia comenzó en Diepsloot el pasado domingo, cuando un comerciante somalí mató a tiros a dos presuntos ladrones zimbabuenses.

Desde entonces, la mayoría de tenderos extranjeros -inmigrantes procedentes sobre todo de otros países africanos- se han visto obligados a huir tras los asaltos y saqueos a sus negocios.

"Algunos extranjeros que huyeron de Diepsloot fueron apedreados", dijo un residente de la barriada a la emisora de radio Eyewitness News.

"Hay sentimientos encontrados entre los residentes: unos quieren que se queden (los extranjeros), y otros dicen que no dan trabajo a los locales", dijo el mismo vecino de Diepsloot.

Nueve de los detenidos comparecerán hoy ante los tribunales, acusados de violencia pública.

La Policía espera que los arrestos rebajen el clima de tensión y violencia, y continúa patrullando las calles del barrio para mantener el orden.

En los últimos días se han producido incidentes parecidos en las zonas de Orange Farm y Sebokeng, en el sur de Johannesburgo.

La propia Policía ha recomendado a los extranjeros que evacúen estos barrios, al no poder garantizar su seguridad.

El Foro de Negocio del Gran Gauteng -provincia del noreste del país, de la que es capital Johannesburgo- ha pedido a los comerciantes extranjeros que "se vayan a casa", y les ha acusado de "destruir los negocios locales".

Los ataques a inmigrantes y negocios regentados por extranjeros son habituales en los barrios pobres negros de Sudáfrica.

Los residentes locales acusan a los foráneos de no contratar a sudafricanos y de perjudicar sus negocios con la apertura de tiendas ilegales.

En mayo de 2008, una turba armada con palos, piedras y bidones de gasolina atacó a los extranjeros en la barriada de Alexandra, en el norte de Johannesburgo.

En ése y otros disturbios posteriores el mismo mes, murieron al menos 62 personas y miles tuvieron que buscar cobijo en campos de refugiados. (EFE)