El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, dijo que naciones no regionales "aprovechan las diferencias (entre los países implicados en el contencioso) para sembrar desconfianza", en una zona donde la reclamación soberanista del gigante asiático choca también con las demandas de Brunéi, Malasia y Taiwán.
Pekín pretende abordar las tensiones a través de "resoluciones pacíficas" que mantengan la "seguridad y estabilidad" en las aguas, aseguró Yi durante una rueda de prensa con motivo de la reunión en Bangkok de los cancilleres de las Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus socios.
Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Mike Pompeo, participa mañana en las reuniones, tildó a mediados de mes de "comportamiento abusivo" la actitud de China frente a las disputas con sus países vecinos.
Vietnam y Filipinas, ambos miembros de la ASEAN, han elevado quejas formales a Pekín por el envío de fragatas y barcos de guerra chinos a las aguas en disputa.
En la sesión plenaria de los cancilleres del bloque de este miércoles, "algunos ministros expresaron su preocupación por los graves incidentes que han erosionado la confianza (entre los implicados) y han provocado un aumento de las tensiones" en el Mar del Sur de China, según un comunicado conjunto de los miembros de la ASEAN.
Sin embargo, China y ASEAN renovaron hoy su compromiso de seguir trabajando en un Código de Conducta, cuya primera lectura del borrador fue realizada durante la jornada, que promocione una vía pacífica para resolver el conflicto multilateral en una de las principales rutas del mundo para el comercio marítimo y rica en recursos naturales.
La rivalidad entre Estados Unidos y China es uno de los focos durante la cita de Bangkok, donde la ASEAN y Pekín se posicionan en favor del multilateralismo comercial y en contra de las medidas proteccionistas tomadas por el Ejecutivo del presidente estadounidense, Donald Trump.
"Política y económicamente estamos presenciando un incremento en medidas nacionalistas que podrían, a largo plazo, ser contrarias a nuestros intereses compartidos", indicó el ministro tailandés de Exterior, Don Pramudwinai, anfitrión de esta ronda de reuniones.
Además de las dos primeras potencias mundiales y los diez miembros de ASEAN -formada por Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam- también participan en la cita los cancilleres de Rusia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Unión Europea, entre otros países.
El recién nombrado ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, se estrena internacionalmente en Bangkok, donde acude en busca de nuevas oportunidades de negocio y para fortalecer lazos diplomáticos de cara a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Raab, cuya participación no figura en la agenda oficial, mantuvo reuniones bilaterales con algunos de los países como Indonesia, cuya ministra de Exterior, Retno Marsudi, expresó su intención de trabajar junto a su homólogo británico para "mejorar las relaciones bilaterales".
Retno, durante el pleno de la ASEAN, puso sobre la mesa la situación de crisis humanitaria de los rohinyá y el proceso de repatriación a Birmania de esta minoría étnica, no reconocida por Naipyidó.
Desde agosto de 2017, unos 738,000 rohinyás cruzaron a la vecina Bangladés huyendo de una operación del Ejército birmano, que posteriormente fue calificada por expertos de Naciones Unidas como "limpieza étnica de manual".
"Recalcamos la necesidad de encontrar una solución integral y duradera para abordar las causas profundas del conflicto y crear un entorno propicio para que las comunidades afectadas puedan reconstruir sus vidas", apuntó el bloque en su comunicado conjunto.
La ASEAN -creada en 1967- conforma un bloque de 647 millones de habitantes que aspira a elevar su PIB conjunto hasta los 4.7 billones de dólares en 2025 y convertirse en la cuarta potencia económica del mundo.