El tribunal encontró a los imputados culpables de atentar contra el tráfico marítimo, así como de extorsión y secuestro por el asalto al buque contenedor de bandera alemana "Taipan", de la naviera hamburguesa Komrowski el lunes de Pascua de 2010.
Los tres acusados más jóvenes fueron condenados, en base al derecho penal juvenil, a dos años de cárcel, mientras que los otros siete recibieron penas de entre seis y siete años.
La fiscalía había pedido entre seis y doce años de cárcel para los siete acusados adultos y entre cuatro y cinco y medio para los tres que en el momento de los hechos eran menores de edad.
El proceso contra los piratas somalís se celebró en Hamburgo en base a una disposición del código de procesamiento penal según el cual para delitos cometidos en barcos con bandera alemana el caso compete a los tribunales situados en la misma localidad del puerto en el que está registrada la embarcación.
El proceso en contra de los diez somalís duró cerca de dos años.
La defensa de los procesados insistió al final del juicio en que este no debía haberse celebrado en Alemania, ya que "nos atribuimos el derecho a juzgar con nuestros planteamientos alemanes a gente cuya situación personal no podemos llegar a imaginar".
Por su parte, los representantes de la naviera insistieron en que la piratería es un crimen que debe ser llevado a los tribunales, mientras un portavoz de la Audiencia de Hamburgo subrayó que esta ha asumido con el proceso "su responsabilidad internacional".