El caso ocurrió en una mina artesanal en las afueras del municipio de Riosucio, 200 kilómetros al oeste de Bogotá, cuando un corte de electricidad dejó sin funcionamiento una motobomba encargada de extraer el agua de un río y permitió el ingreso en la mina de una abundante cantidad de agua del río Cauca.
Brigadas de socorro de los departamentos de Caldas y Risaralda (centro-oeste) fueron enviadas al lugar de la tragedia, aunque prácticamente se descarta que los trabajadores puedan ser rescatados con vida, pues el socavón donde estaban quedó completamente inundado.
Uno de los dueños de la mina admitió ante la prensa que la extracción del oro se hacía de manera ilegal, que los trabajadores no tenían contratos ni los beneficios de la seguridad social y que la conexión al sistema de electricidad era fraudulenta.
La empresa de electricidad de Caldas ya había manifestado que no tuvo responsabilidad en el corte del suministro del servicio porque esa mina no figuraba como cliente.
Según la Defensoría del Pueblo, las primeras indagaciones señalan que los dueños de la mina no cumplieron con la prohibición de realizar excavaciones profundas y no disponían de una planta eléctrica propia.
La directora de la Agencia Nacional de Minería (ANM), Natalia Gutiérrez, dijo que ese organismo hará una investigación y entregará los resultados a la Fiscalía General.
Según el comandante del cuerpo de bomberos de Riosucio, Óscar Mejía, se estima que los rescatistas podrán entrar a la mina mañana, cuando termine de ser extraída el agua.
El presidente Juan Manuel Santos ordenó el miércoles a la ANM que atienda la emergencia "sin ahorrar esfuerzos", aunque el ambiente es de pesimismo. (DPA)