La afluencia de votantes seguía siendo bastante baja cuando se llegaba a la mitad de la jornada electoral de diez horas, desde la apertura de las mesas de sufragios esta mañana.
"De 350 votantes que están inscritos en esta mesa, sólo han votado 55 personas", dijo a dpa pasado el mediodía uno de los funcionarios que recibía a los sufragantes.
Michelle Bachelet, la más probable ganadora de estos comicios, invitó a sus seguidores a participar y, “con su voto, dar una clara expresión del Chile en el que queremos seguir viviendo”, dijo al emitir su sufragio en un colegio del barrio residencial de La Reina.
La candidata, abanderada de la Nueva Mayoría, una coalición que reúne desde demócratas cristianos a comunistas, llamó a no dramatizar con el tema porque en países con voto voluntario, como en Chile, “la abstención es mayor”.
“Gana el que gana con las reglas de la democracia que existen”, subrayó la ex mandataria (2006-2010), en alusión a adherentes al oficialismo que buscan restarle legitimidad a un eventual triunfo suyo.
Al igual que Bachelet, Matthei también llamó a sus seguidores a concurrir a las urnas y expresó su optimismo al calificar de “heroica” su campaña electoral, por lo que una victoria suya “sería una hazaña", según dijo.
Empero, admitió que en caso de perder irá a saludar a la candidata socialista, a quien conoce desde que eran niñas.
Así, el fantasma de una alta abstención recorría esta tarde el espectro político chileno con el antecedente de que en la primera ronda presidencial del 17 de noviembre pasado votó alrededor de la mitad del padrón electoral de unos 13.5 millones de chilenos.
Analistas políticos locales creen que el fenómeno se debe a la casi segura elección de Bachelet, que hace un mes, con un 47.0 por ciento de los votos, estuvo sólo a tres puntos de proclamarse presidenta de Chile.
En cambio su contrincante, que celebró como un triunfo su paso a la segunda vuelta, obtuvo entonces un 25.0 por ciento de los votos.