"La cicatriz será visible y palpable durante mucho tiempo", dijo el monarca esta tarde en la televisión holandesa. "Su sufrimiento, su impotencia y su desesperación se graban profundamente en nuestras almas", agregó visiblemente emocionado.
Guillermo Alejandro y Máxima mantuvieron hoy un encuentro con familiares y amigos de las víctimas en Nieuwegein, junto a Utrecht. La vida de muchos de ellos quedó destrozada, explicó el monarca. "Muchos nos dijeron: por lo menos queremos despedirnos dignamente de nuestros seres queridos", relató.
Al encuentro, que fue de caracter privado, asistieron también muchos miembros del gobierno holandés. El primer ministro, Mark Rutte, recordó que algunos de los familiares habían perdido a varios de sus seres queridos de una sola vez.
"Todo el país siente su ira y todo el país siente su profunda tristeza", dijo el mandatario en un breve discurso televisivo. (DPA)