Rusia frena el acuerdo nuclear iraní ante sanciones por el ataque a Ucrania

Las negociaciones para reactivar el acuerdo que impedía que Irán desarrolle armas nucleares fueron suspendidas hoy ante la exigencia de Rusia de que las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania no afecten a sus proyectos económicos y atómicos en la República Islámica.

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"Debido a factores externos, es necesaria una pausa en las negociaciones de Viena", anunció en Twitter el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, cuya oficina coordina los contactos que se mantienen desde hace once meses en Viena.

Tras ese eufemismo se esconde el escollo creado por la exigencia rusa de que la batería de sanciones que le ha impuesto Occidente no afecte a sus intereses en Irán, país con el que, por ejemplo, negocia un contrato para ampliar la central nuclear de Busher.

Delegaciones de Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido negocian con Irán desde hace casi año restablecer el acuerdo conocido como JCPOA (por sus siglas en inglés), mientras que Estados Unidos, que lo abandonó en 2018, participa de forma indirecta.

INTERESES EN IRÁN

"Rusia solicitó en dos ocasiones que se protejan los proyectos nucleares civiles relacionados con el JCPOA, es decir, que se garantice que no se vean afectados por las sanciones", explicó un alto funcionario europeo que pidió el anonimato.

Pese a que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos se mostraron abiertos a incluir algún tipo de compromiso en el texto final del acuerdo, Rusia aumentó sus exigencias de garantías.

"La exigencia rusa está fuera del acuerdo", explicó la fuente, que recordó que el objetivo de esta negociación nuclear no tiene nada que ver con las relaciones bilaterales de Irán con otros países.

"LA NEGOCIACIÓN NO SE HA ROTO"

Desde la UE se asegura que "las negociaciones no se han roto" y que el asunto se puede resolver si Irán y China hacen uso de sus buenas relaciones con Rusia.

En ese sentido, la delegación china se mostró hoy dispuesta a "impulsar un acuerdo" y confió en que en los próximos días se puedan dar "los últimos retoques" al texto.

Ahora se espera que Rusia mueva ficha en los próximos días, aunque en los círculos diplomáticos europeos se reconoce una cierta "frustración" ante este parón cuando el acuerdo parecía estar cerca.

La negociación de Viena pretende que los iraníes cumplan de nuevo los límites que el JCPOA marca a su programa atómico, y que Estados Unidos retire las sanciones que reimpuso a Irán cuando abandonó el acuerdo en 2018.

Por parte rusa, su negociador jefe, Mijaíl Ulianov, rechazó en Viena lo que calificó como un "intento de echar toda la culpa a Rusia" y destacó que existen otras razones para el parón.

"Estamos a favor de que las conversaciones concluyan cuanto antes, pero las conclusiones no dependen sólo de Rusia. Hay otros que necesitan resolver su problema entre ellos", señaló.

El Ministerio de Exteriores de Irán, reaccionó asegurando hoy que "ningún factor externo afectará la voluntad colectiva para seguir adelante con un acuerdo colectivo".

Irán lleva señalando los últimos días a Estados Unidos como el responsable de que el acuerdo, que todos coinciden está prácticamente listo, reciba el impulso final.

Lo cierto es, según fuentes diplomáticas, que el tema del levantamiento de las sanciones estadounidenses contra Irán "está casi cerrado" y solo necesita resolverse asuntos técnicos y legales.

De hecho, el texto de un acuerdo final está tan avanzado que sólo le faltan algunas "notas a pie de página", ilustró Enrique Mora, número dos del servicio diplomático de la UE y que coordina la negociación en nombre de Borrell.

ACUERDO SOBRE LA MESA

El propio Borrell afirmó hoy al anunciar la pausa que "un texto final está esencialmente listo y sobre la mesa", a lo que Ulianov respondió diciendo que mientras sigan abiertos algunos asuntos no se puede hablar de un documento definitivo.

De hecho, el viernes pasado, los negociadores europeos y de Rusia coincidieron en que el proceso negociador estaba casi concluido.

Al día siguiente, sin embargo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lávrov, pidió garantías de que las relaciones comerciales y militares con Teherán no se verían afectadas por las sanciones.