Rusia y Turquía incrementan cooperación en campo energético y nuclear

Turquía y Rusia firmaron una veintena acuerdos para incrementar la cooperación bilateral, incluyendo la construcción de la primera planta nuclear en territorio turco y una refinería de forma conjunta.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, que llegó anoche a Ankara, presidió hoy junto al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, la primera sesión del recién creado Consejo de Cooperación de Alto Nivel, en el que participan ministros de ambos países.

Ambos líderes acordaron mantener al menos una vez al año una reunión y se fijaron como objetivo elevar el comercio bilateral de los actuales 30 mil millones de dólares a los 100 mil millones en los próximos cinco años.

Rusia es el primer socio comercial de Turquía -debido sobre todo a las importaciones turcas de gas ruso-, mientras que Turquía es el quinto mayor socio de la economía rusa.

Los dos líderes firmaron hoy un acuerdo que prevé que la primera planta nuclear de Turquía sea construida por Rusia en un plazo de siete años.

"Es nuestra primera inversión en energía nuclear y es muy significativo que lo hagamos con ayuda de la Federación Rusa", afirmó Erdogan.

Anteriormente ya se había previsto un escenario similar cuando un consorcio ruso-turco se hizo con la licitación para la construcción de la primera planta nuclear turca. Sin embargo, la Justicia invalidó el proceso el pasado año.

Turquía, que recibe el 70 por ciento de su gas y petróleo del vecino del norte, ha acordado con Rusia aumentar la capacidad del ya existente gasoducto "Blue Stream", que comunica la localidad rusa de Stavropol con la costa turca del mar Negro.

Los gobiernos de ambos países también han avanzado en el proyecto de oleoducto entre los puertos turcos de Samsun (en el Mar Negro) y Ceyhan (en el Mediterráneo), que ayudaría a reducir el tráfico marítimo de los estrechos del Bósforo y Dardanelos, y han aprobado que empresas rusas construyan una refinería en Ceyhan.

Medvedev consideró que estos "nuevos corredores energéticos" a través de Turquía abren la puerta de Europa a Rusia.Durante varios años, la UE ha barajado la posibilidad de que Turquía se convirtiera en un país de tránsito para ayudar a reducir la dependencia del gas ruso.

Sin embargo, el escepticismo europeo sobre una pronta entrada en la UE han acercado a Ankara a Moscú, con quien refuerza cada vez más sus lazos, incluidos los energéticos.

De hecho, Rusia ha convencido a Turquía para que permita el paso del gasoducto "South Stream" por sus aguas territoriales.

El objetivo de esta tubería es reducir el impacto del gasoducto paneuropeo "Nabucco", en el que también está implicado Turquía.