Toneladas de ayuda llegan a Valparaíso y el fuego persiste

Toneladas de ayuda ingresaron hoy al puerto chileno de Valparaíso, azotado desde el sábado por un incendio que destruyó ya 3,000 viviendas.

"Nunca había estado ni había visto algo tan tremendo como esto", dijo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, al recorrer los incinerados cerros del puerto chileno.

La ayuda del gobierno y voluntarios comenzó ya a ser ordenada y distribuida entre los más de 11.000 damnificados que dejó la tragedia, quienes están pernoctando en colegios y albergues.

El volumen de ayuda, gracias a la solidaridad de la gente de otras regiones, sobrepasó incluso las previsiones de las autoridades, colapsando los caminos de acceso a las zonas arrasadas por el fuego.

"Vamos a tener que ser más estrictos en esta materia, porque efectivamente tuvimos problemas con la llegada de la ayuda humanitaria de cosas tan necesarias y prácticas como los baños químicos, el retiro de escombros, la llegada de los alimentos, de herramientas y en la misma llegada de los propios voluntarios", dijo.

El fuego, aunque arrinconado en las afueras de Valparaíso, resiste la acción de los rescatistas, favorecidos esta jornada por la entrada de neblina y la ausencia de vientos.

"Todavía es posible que haya rebrotes", lamentó el gobierno, a través de la Oficina Nacional de Emergencias.

En medio de la crisis, la presidenta Michelle Bachelet propuso hoy impulsar "un plan maestro" para reconstruir Valparaíso.

"Ésta es una tremenda tragedia, pero también una oportunidad de hacer las cosas bien", sostuvo la mandataria en radio Cooperativa. "Vamos a buscar cómo reconstruir de manera más ordenada", añadió

El fuego, ahora contenido en las afueras de la urbe, dejó 15 muertos y 11.000 damnificados en su paso por 1.145 hectáreas de la región, cruzando una decena de cerros.

Bachelet, quien asumió el poder el 11 de marzo, planteó que ante la crisis el gobierno iniciará de inmediato la construcción de barrios de emergencia y la reserva de habitaciones en hostales.

La mandataria tampoco descartó expropiar los terrenos rurales aledaños a la ciudad, donde comenzaron las llamas el sábado, para hacer cortafuegos.

La gobernante, tras admitir que la reconstrucción ocupará todo su mandato, dijo que los afectados requieren apoyo sicológico. "Pedí a las iglesias que acompañen con la fe", agregó. (DPA)