UE y África quieren frenar inmigración ilegal y tráfico de personas

La Unión Europea (UE) y los países africanos quieren combatir la inmigración ilegal a Europa y el tráfico de personas, pero siguen sin encontrar soluciones concretas y las promesas escuchadas hoy, en el segundo y último día de la cumbre bilateral en Bruselas, fueron muy vagas.

Los jefes de Estado y gobierno de la UE y África se comprometieron en una declaración conjunta a prohibir el tráfico de personas, asegurar mejor sus fronteras y combatir la pobreza. Además, intentarán que menos personas abandonen sus países en África para ir a Europa, pero incentivarán la inmigración legal para trabajar.

Muchos africanos huyen a Europa en su intento de huir de la miseria o de los conflictos que sacuden sus países y continuamente se producen catástrofes dramáticas en las fronteras de la UE. A mediados de octubre de 2013 más de 360 africanos se ahogaron ante la isla italiana de Lampedusa y en los últimos meses aumentaron los intentos masivos de entrada a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, en el norte de África.

Organizaciones de derechos humanos acusan a la UE de llevar una peligrosa política de aislamiento, pero Bruselas no cambió nada hasta el momento.

El presidente del Consejo Eurpeo, Herman van Rompuy dijo que el objetivo es evitar tragedias como la de Lampedusa. El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, respondió que si se logra formar a los jóvenes y darles una perspectiva de futuro, no se tendrán que viajar a Europa a través de Lampedusa, sino que podrán hacerlo normalmente por el aeropuerto y serán bienvenidos en Europa.

Unas 90 delegaciones de los 28 países de la UE y 54 países africanos participaron en la cuarta cumbre de este tipo (tras las ediciones anteriores en El Cairo, Lisboa y Trípoli) en la que firmaron acuerdos de colaboración, aunque en términos muy generales.

La UE prometió más ayuda financiera a África para garantizar la paz, para la formación de las fuerzas de seguridad y para proyectos de infraestructuras. Además, se intenta incentivar la inversión de empresas europeas en África.

"África es un continente de oportunidades increíbles", dijo Dlamini-Zuma, de la Unión Africana, señalando que tiene mucho de lo que la UE y los empresarios pueden beneficiase, como enormes superficies cultivables o mucha fuerza laboral joven. "Pero sólo las oportunidades no bastan", es necesario aprovecharlas, apuntó.

Los europeos además manifestaron su voluntad de reformular su cooperación con África, que pasaría de ayudas al desarrollo a corto plazo a inversiones y relaciones comerciales a más largo plazo.

"El lema es pasar de la ayuda al comercio y las inversiones, para combatir la pobreza", dijo van Rompuy.

El cambio climático fue otro tema clave de la conferencia, ya que África tiene una baja contribución a la emisión de gases de efecto invernadero, pero es una de las principales víctimas de sus consecuencias.

La próxima cumbre UE-África está prevista para 2017 y se celebrará de nuevo en un país africano.