Según la agencia oficial libanesa ANN, uno de los proyectiles impactó en un barrio residencial, sin causar víctimas, mientras que algunos no estallaron y tres cayeron en un campo.
El presidente libanés condenó ese ataque e instó a las autoridades de Damasco a que respeten la soberanía del Líbano y no pongan en peligro a la población de las regiones fronterizas.
No es la primera vez que la región de Arsal, de mayoría suní, es tomada como blanco por la aviación siria ya que, desde el inicio del conflicto en Siria en marzo de 2011, es uno de los lugares por donde transitan desplazados y heridos de ese país.
Las autoridades de Damasco acusan a sus habitantes de proteger a los rebeldes y permitir el paso de "terroristas" y el contrabando de armas a su territorio.
Este ataque ocurrió poco después de que el Ejército sirio recuperara el control de la estratégica ciudad de Al Quseir, limítrofe con el Líbano y bastión de los rebeldes.
La ofensiva militar contra Al Quseir ha contado con el apoyo del grupo chií libanés Hizbulá, aliado del régimen de Damasco, lo que ha aumentado la tensión en el Líbano.
En otro incidente, un obús disparado desde territorio sirio impactó en la localidad libanesa de Nsub, en la región septentrional de Akkar, sin provocar víctimas.
La aviación siria sobrevuela, a baja altitud, el área de Yabal Akrum en Akkar, fronteriza con Siria, agregó la ANN.
La guerra siria ha dividido aún más a la población libanesa, entre los partidarios de los rebeldes y los que apoyan al régimen de Bachar al Asad, en especial Hizbulá.
Esta división tiene su máximo eco en la ciudad de Trípoli, en le norte del Líbano, donde son frecuentes los combates entre seguidores y detractores de Al Asad, que en las últimas dos semanas han dejado una treintena de muertos. (EFE)