Una acampada frente al Capitolio exige el fin de las armas de asalto en EE.UU.

A los pies del Capitolio, desde el pasado martes y hasta este lunes, un grupo de activistas y supervivientes de tiroteos de distintos puntos de Estados Unidos ha acampado día y noche con un único reclamo: que se apruebe un veto federal a las armas de asalto en el país.

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Un grupo de personas acampan hoy, frente al Capitolio, en Washington (EE.UU.). EFE/Marta Garde

Su encuentro concluye este lunes, día del séptimo aniversario de la masacre en la discoteca Pulse de Orlando (Florida), un club gay en el que 49 personas murieron y otras 53 resultaron heridas después de que un joven de origen afgano que había jurado lealtad a la organización yihadista Estado Islámico disparara a mansalva.

El grupo está encabezado por el joven de 19 años Samuel Schwartz, estudiante de cinematografía.

En 2018, su primo Alex murió junto a otras 16 personas en el tiroteo en la escuela secundaria Stoneman Douglas de Parkland, también en Florida, y a principios de mayo, a través de las redes, él convocó a la gente a sumarse en persona a su llamada a la acción.

"Los republicanos se niegan a escucharnos ya sea por falta de empatía o por cobardía ante su partido, pero también hay demócratas que rechazan actuar. Los supervivientes y los familiares merecen ver movimiento. No nos conformaremos con menos, porque no hay nada más duro que perder a un familiar en un tiroteo masivo", dijo Schwartz en conferencia de prensa.

El grupo, de varias decenas de personas, ha pasado las noches en sacos de dormir porque las tiendas de campaña estaban prohibidas, y en el césped que rodea la sede del Senado y del Congreso ha sido habitual la presencia de ratas. "No son nada en comparación con las vidas que se han perdido. No hay nada más importante que luchar por un cambio", apuntó el joven a EFE.

Lo acompañan activistas como Ashbey Beasley, que sobrevivió al ataque del 4 de julio de 2022 en Highland Park, Illinois, en el que murieron 7 personas. Ella estaba allí con su hijo de 6 años, que sigue traumatizado.

"Está roto y ya no es la misma persona, pero yo tengo suerte porque todavía está vivo, y por dura que sea la nueva normalidad que estamos viviendo, él aún está aquí para vivirla", recalca a EFE la mujer, confiada en que la situación puede llegar a cambiar porque la gente "se está movilizando y rechaza quedarse callada".

Solo en lo que va de año, según el recuento de la web The Gun Violence Archive, ha habido en Estados Unidos 290 "tiroteos masivos". Ese concepto incluye los incidentes con al menos 4 víctimas, ya sean muertos o heridos, sin incluir al tirador.

La senadora demócrata Dianne Feinstein introdujo el pasado enero en la Cámara Alta un proyecto de ley para regular las armas de asalto y garantizar que el derecho a tener y portar armas no sea ilimitado, pero ese proyecto de ley debe recibir todavía la aprobación del Comité Judicial del Senado para poder continuar su trámite parlamentario.

La acampada iniciada el pasado martes quiso movilizar a legisladores de ambos partidos a favor precisamente de esa normativa, y en caso de que no salga adelante sus integrantes aseguran que volverán a la capital dentro de un año para mantener la presión.