Los balleneros japoneses tenían previsto capturar a unas mil ballenas. La candidad mucho menor se debió a acciones de boicot de la organización ecologista "Sea Shepherd". Aun así, lograron matar al doble de ballenas que en la temporada anterior.
A finales de marzo, la Corte Internacional de Justicia de La Haya ordenó a Japón que ponga fin al controvertido programa ballenero que justifica con fines de investigación, al considerar que contraviene una moratoria de caza de ballenas de 1986.
Japón se mostró dispuesto a abandonar la caza de ballenas este año, al menos en el Antártico.
Australia llevó el caso ante el tribunal en 2010, alegando que Tokio violaba las leyes internacionales al matar a cientos de ballenas al año con propósitos comerciales encubiertos. (DPA)