El G20 "socava la acción climática" al aumentar su apoyo a energías fósiles

Las veinte principales potencias económicas que conforman el G20 han seguido aumentando su inversión pública en los combustibles fósiles "pese a los impactos climáticos que son cada vez más graves", y en 2021 estos estados llegaron a subsidiar las energías contaminantes con un total de 190 mil millones de dólares.

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Manifestantes de 'Just Stop Oil' bloqueando una calle del centro de Londres el pasado día 13 para que el Gobierno se comprometa a detener la producción y las nuevas licencias de combustibles fósiles. EFE

Así lo revela el Informe de Transparencia Global 2022, que tras evaluar el gasto público de los países del G20 concluye que estos siguen financiando en exceso los proyectos energéticos de petróleo, gas y carbón, "socavando la acción climática" y alejando al mundo de lograr el objetivo de contener el calentamiento por debajo del grado y medio de temperatura media en 2100 (respecto a la época preindustrial).

"Una parte excesiva de la financiación pública de la energía en el G20 sigue estando sesgada hacia la industria de los combustibles fósiles", asevera Ipek Gençsü, investigador principal Fellow en el Overseas Development Institute y líder financiero del informe, quien detalla que el 63 % de la financiación pública que estos gobiernos reservan para la energía en el periodo de 2019-2020 se destinó a combustibles fósiles.

Por otro lado, el documento expone que los estados más ricos continúan incumpliendo su compromiso de reunir un total de 100 mil millones para ayudar a los países más vulnerables a lidiar con la crisis climática, de la cual Estados Unidos y los países europeos, que juntos suman el 55.87 % de las emisiones acumuladas de gases de efecto invernadero (GEI), son los mayores responsables históricos.

En conjunto, los países del G20 son responsables de tres cuartos de las emisiones mundiales, recuerda el físico y científico climático Bill Hare, director de Climate and Analytics, para enfatizar que la crisis climática acarrea efectos que se agravan con cada décima de grado que se suma al calentamiento, según recogen los informes del grupo de expertos climáticos de la ONU, el IPCC.

Según este equipo de especialistas, para evitar las peores consecuencias de la crisis climática el mundo debería recortar a la mitad sus emisiones de GEI para 2030, algo que inevitablemente pasa por abandonar los combustibles fósiles, reducir el consumo energético y pasar a un modelo de energías limpias.

Aún así, y a pesar de que "estamos en un momento en que la geopolítica y la seguridad energética ponen de manifiesto las ventajas de las energías renovables baratas", Hare lamenta que "seguimos viendo a muchos gobiernos recurrir a los combustibles fósiles como solución", algo que considera "realmente preocupante".

Según el análisis de Transparencia Global, antes incluso del conflicto bélico en Ucrania y la consecuente crisis energética, el G20 ya estaba alcanzando picos de inversión pública en carbón, gas y petróleo, y que en 2022 las ayudas a estos combustibles han vuelto a aumentar en parte debido a la guerra, que ha disparado los precios de la energía y "ha inflado los beneficios de las energéticas".

"Tenemos que ser claros sobre qué respuesta tendremos a los precios de la energía y asegurar que los proyectos que nos garanticen supuestamente la seguridad energética no nos comprometan a dos décadas de infraestructura fósil", abunda Hare.

Algo positivo que destacan los autores es el aumento en la parte renovable del suministro de energía primaria, que en 2021 aumentó de media un 10.5 % para el conjunto de países del G20, si bien hay algunos estados en este grupo "todavía muy fuertemente dependientes de los combustibles fósiles", como es el caso de Arabia Saudí, Rusia, Canadá y Sudáfrica, donde el impulso a las renovables ha sido mucho menor.

"Las mejoras que estamos viendo en el suministro total de energía primaria procedente de fuentes renovables no están ocurriendo lo suficientemente rápido", sentencia Hare.

En el sector eléctrico -"de vital importancia para la descarbonización del sector energético en su conjunto", según el experto- también persiste el predominio de los combustibles fósiles, pues la electricidad generada a partir de tecnologías renovables representa de media el 22.5 % para todo el G20, porcentaje que apenas ha aumentado entre 2020 y 2021.

Entre 2016 y 2021 sí hubo un incremento en la generación eléctrica renovable, sobre todo en el Reino Unidos (donde ésta aumentó un 67 %), Japón (48 %) y México (40 %).