El acuerdo, que ya había sido pactado con 3M y las empresas de PWS, fue rubricado hoy por un juzgado de Charleston (Carolina del Sur), y establece que de esa cantidad saldrán los pagos a aquellos proveedores que hayan detectado sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) "o las puedan detectar en el futuro", según anunció la compañía en un comunicado.
Los pagos cubrirán un periodo de 13 años (hasta 2036), y la cantidad acordada resulta de sumar los montos de las indemnizaciones que la empresa tendrá que afrontar tras reconocer su papel en la creación de estas sustancias químicas prácticamente imperecederas.
Los pagos comenzarán a hacerse a partir del tercer trimestre del año en curso, y el compromiso incluye dejar de fabricar los PFAS en 2025.
Las PFAS son un conjunto de unos 4.700 agentes químicos sintéticos que se acumulan en los seres humanos y en el medio ambiente y pueden provocar problemas de salud como daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.
La empresa 3M se ha visto envuelta en escándalos por la contaminación con PFAS también en Europa: en 2021, un activista y la organización ecologista Greenpeace demostró que existían niveles extremadamente altos de "químicos eternos" alrededor de una fábrica de esa misma compañía en Zwijndrecht, cerca de Amberes (norte), con valores 26 veces por encima de los aceptados.
Un año después, la compañía llegó a un acuerdo amistoso con las autoridades flamencas de 571 millones de euros para descontaminar el suelo y controlar la potencial dispersión de los químicos.