La Eurocámara pide aclaraciones por escrito a los candidatos a jefes de Clima de la UE

Los candidatos a nuevos jefes del área de Clima de la Comisión Europea, el neerlandés Wopke Hoekstra y el eslovaco Maros Sefcovic, no obtuvieron hoy el respaldo de la comisión de Medioambiente de la Eurocámara, que necesitaban en el camino para confirmar sus futuros cargos, y tendrán que aportar aclaraciones por escrito a la Eurocámara en las próximas horas.

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Maros Sefcovic, candidato a nuevo jefe del área de Clima de la Comisión Europea. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

"Ninguno de los candidatos logró la mayoría de dos tercios necesaria para ser confirmados. Las preguntas para aclaraciones se enviarán ahora y las respuestas se recibirán mañana a las 7:00 horas. Próxima reunión de coordinadores mañana a las 8:30 horas", informó en la red social X el presidente de la comisión parlamentaria de Medioambiente, el francés Pascal Canfin.

Si los coordinadores de esta comisión quedan satisfechos con las respuestas por escrito, las nominaciones avanzarán hacia un voto final en pleno este jueves, pero si las aclaraciones no les convencen aún les pueden convocar a una nueva audiencia de hora y media que se celebraría, como pronto, la próxima semana.

Aunque ninguno de los dos candidatos ha llegado a los dos tercios necesarios, el bloque progresista es el que más crítico ha sido con la trayectoria de Hoekstra en la petrolera Shell o la consultora McKinsey, mientras que la derecha ha afeado a Sefcovic su cercanía al reciente ganador de las elecciones en Eslovaquia, el prorruso Robert Fico, y la vaguedad en sus respuestas sobre la dependencia energética europea de Rusia.

"Sabíamos desde el principio que ambos puestos estaban conectados", reconoció en rueda de prensa Canfin, que rehusó "prejuzgar cuál será la actitud de los grupos políticos" y reconoció un ligero riesgo de que la Unión Europea llegue a la COP28 sin comisario de esta cartera.

La lista de preguntas que ambos tendrán que contestar antes de las 7:00 horas de mañana incluye temas como el objetivo de reducción de emisiones para 2040, un calendario para propuestas en las áreas del bienestar animal o los microplásticos y, respecto a las trayectorias previas de ambos, un "compromiso claro de Sefcovic para defender la posición europea en el embargo energético a Rusia en todas las capitales" y una relación de las labores de Hoekstra en su etapa en McKinsey.

El relevo en los puestos de mando de Clima en la Comisión Europea se produce después de que el que fuera vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, abandonara su cargo el pasado agosto para concurrir a las elecciones legislativas de su país el próximo 22 de noviembre.

Hoekstra compareció ayer en una audiencia ante las comisiones pertinentes del Parlamento, mientras que Sefcovic pasó su examen oral esta mañana; ambos prometieron que desarrollarían una gestión continuista y ambiciosa, con el objetivo de culminar e implementar la abundante legislación aprobada o en trámite relativa a la transición energética y ecológica.

Hoekstra se abrió, por ejemplo, a proponer un objetivo de reducción de CO2 en 2040 del 90 % respecto a los niveles de 1990, como reclama la comunidad científica y los grupos ecologistas, y Sefcovic aseguró que, a nivel personal, se inclina por ese nivel de ambición.

En el caso de Sefcovic, varios eurodiputados en la audiencia le afearon su cercana relación con el exprimer ministro eslovaco Robert Fico, socialdemócrata acusado de populista y criticado por su simpatía hacia Vladimir Putin, quien acaba de imponerse en las elecciones legislativas en su país.

Sefcovic, diplomático de carrera, de 57 años, se limitó a defender su compromiso con Ucrania, recordó que ha sido condecorado por Volodimir Zelenski y negó tener dos perfiles, uno doméstico y otro comunitario, que ajuste en función de las expectativas de la audiencia.

Por su parte, Hoekstra, de 48 años y licenciado en Derecho, volvió a escuchar en el Parlamento Europeo algunas de las críticas que le han acompañado desde su designación debido a que tras salir de la universidad trabajó dos años y medio para la multinacional petrolera Shell y después trabajó como socio en la consultora McKinsey, así como su falta de experiencia política en el área de clima.