La OIM pide previsión y adaptación para frenar el impacto climático en la movilidad humana

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo hoy que el efecto del cambio climático en la movilidad humana requiere de una reducción del riesgo de desastres, una asistencia humanitaria y unas normas internacionales que faciliten una rápida adaptación a situaciones complejas y cambiantes.

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La directora general de la OIM, Amy Pope. EFE/ Jeffrey Arguedas

En la segunda sesión del Diálogo Internacional sobre Migración, celebrada hoy en Ginebra, la nueva directora general de la OIM, Amy Pope, defendió facilitar el acceso de las comunidades afectadas por el riesgo climático a planes de movilidad laboral y a información sobre iniciativas de migración seguras.

Pope hizo hincapié en el papel que juega el sector privado a la hora de desarrollar estrategias predictivas del cambio climático.

En este sentido, aseguró que su organización ya está trabajando con este sector para implementar algunas de sus innovaciones como el uso de la tecnología o de los análisis de datos para predecir qué comunidades corren mayor riesgo de ser desplazadas.

"Estamos trabajando cada vez más con el sector privado para conocer qué resiliencia comunitaria existe ahora frente al cambio climático y qué resiliencia comunitaria se necesitará en un futuro para que las personas puedan quedarse más tiempo en casa", explicó.

La edición de este año del Diálogo Internacional sobre Migración, encuentro organizado por la OIM, se ha centrado en ampliar la gama de soluciones disponibles frente al cambio climático para Estados, comunidades y otras partes interesadas de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) que se celebrará entre noviembre y diciembre en Dubái.

"Las circunstancias actuales son muy graves", opinó Pope, quien destacó que su organización, además de concienciar sobre el impacto del cambio climático en la movilidad humana, también pretende favorecer la migración segura como una de las oportunidades para las personas que no tendrán un futuro en sus hogares.

Según las previsiones del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, para el año 2030 más de 1,000 millones de personas estarán en riesgo climático en zonas costeras por inundaciones, tormentas o tsunamis.