En 2021 un 68 por ciento de las personas consultadas en las encuestas de la organización decían que en principio apoyaban el movimiento de defensa del clima y del medio ambiente.
En 2023 la cifra se ha reducido al 34 por ciento. Y mientras entonces un 63 por ciento se mostraban abiertos a sumarse al movimiento ahora sólo lo hacen un 29 por ciento.
El estudio sugiere una correlación entre la dramática reducción del apoyo al movimiento por la defensa del clima y las acciones de algunos grupos como Última Generación que, con bloqueos a calles, generan resistencia por parte de la población.
Un 85 por ciento de las personas interrogadas aseguran que las acciones de los activistas "van demasiado lejos" y sólo un 8 por ciento expresan comprensión.
El estudio advierte que las cifras muestran que el debate sobre la crisis climática tiene un gran potencial de polarización sobre todo cuando hay acciones que afectan la vida cotidiana de la gente como los bloqueos o cuando las propuestas generan temores de pérdida de bienestar.
Sin embargo, también se señala que la mayoría de las personas entrevistadas tiene claridad sobre el desafío que representa la crisis climática y sobre la necesidad de tomar medidas ante ella.