Los activistas climáticos alemanes denuncian su "criminalización" y convocan más protestas

El movimiento por el clima "Letzte Generation" ("Última generación") criticó los registros realizados esta mañana contra activistas medioambientales en distintos puntos de Alemania y las acusaciones de Baviera de formar una asociación criminal, al tiempo que anunció nuevas protestas.

"Los quince registros domiciliarios que han tenido lugar esta mañana han afectado duramente a todos los que apoyan a 'Última generación'. Nos asustan, pero este miedo no debe paralizarnos", declaró en una rueda de prensa Aimée van Baalen, portavoz del movimiento.

Acusó al gobierno de estar abocando a la sociedad a un "infierno climático" y de "estar pisando incluso el acelerador", por lo que llamó a resistir y alzar la voz "para proteger vidas".

Esta es la prioridad absoluta, afirmó, al tiempo que llamó a todos los ciudadanos de Alemania a "formar parte de la resistencia por la supervivencia" y participar en las marchas de protesta convocadas para este miércoles.

Agregó que ya hoy habrá una marcha de protesta en Berlín, seguida mañana de protestas en Múnich y Leipzig y el miércoles en todas las grandes ciudades.

Defendió que todo lo que hace el movimiento es "transparente", que todo su trabajo es público y que todas las informaciones se pueden encontrar en su página en internet que, criticó, hoy fue desconectada por orden judicial en el marco del operativo policial.

La ministra del Interior, Nancy Faeser, por su parte, defendió las redadas al subrayar en declaraciones al grupo mediático Funke que las medidas de hoy demuestran que el Estado de derecho no permite el incumplimiento de la ley.

"La policía y la justicia no toleran delitos, sino que actúan, como es su deber", declaró, y agregó que la protesta legítima termina cuando se cometen delitos y se violan los derechos de los demás.

En este sentido, subrayó que "cuando se cruza esta línea roja, entonces la policía debe actuar".

En los registros, realizados en siete estados federados y en los que participaron unos 170 agentes, se incautaron cuentas y se aseguraron activos.

Según la Oficina Regional de Investigación Criminal (LKA) de Baviera (sur), el trasfondo es "una investigación preliminar sobre la sospecha de la comisión de delitos penales por parte de miembros" del grupo de activistas climáticos.

Las numerosas denuncias por parte de la población recibidas desde mediados de 2022 llevó a la Fiscalía General de Múnich a abrir una investigación contra siete sospechosos de entre 22 y 38 años "bajo la acusación de formar o apoyar una organización criminal".

Los sospechosos están acusados, además, de organizar una campaña de recaudación de fondos para financiar "nuevos delitos" de la "Última Generación", haberla anunciado a través de su página en internet y haber recaudado así hasta el momento una suma de al menos 1,4 millones de euros en donaciones, agregó la LKA.

Los activistas de "Letzte Generation" acusan a los gobiernos de inacción ante la crisis climática.

Para llamar la atención sobre las fatales consecuencias del calentamiento global realizan acciones como bloquear el tráfico pegándose al asfalto, ataques con pintura contra sedes de partidos y de grandes empresas y también en museos.

Durante la rueda de prensa, Marion Fabian, activista de "Última generación", hizo un balance de la "mayor ola de resistencia" que comenzó el pasado19 de abril en Berlín con continuas acciones de protesta.

"Hemos llevado a Berlín a reflexionar, hemos interrumpido la rutina diaria que nos trae la muerte. Hemos bloqueado calles. Cientos de personas han salido a la calle, se han interpuesto en el camino de la destrucción", afirmó.