Tucson cierra planta de tratamiento de agua por contaminación de pozos

La ciudad de Tucson, en Arizona, anunció hoy martes el cierre temporal indefinido de una planta de tratamiento de agua debido a un alto índice de contaminación de pozos por productos químicos que pudieran provocar enfermedades como cáncer.

Etiquetas: 

La planta del Proyecto de Remediación (TARP) cerrará de forma indefinida el próximo 21 de junio debido a los altos y crecientes niveles de perfluoroalquino y polifluoroalquilo (PFAS) hallados en pozos de agua subterránea.

La medida es una forma preventiva para evitar que estos productos puedan contaminar los pozos de agua potable.

La planta sirve a aproximadamente 60,000 residentes de barrios primordialmente de bajos recursos e hispanos.

Los productos son considerados como “químicos eternos” debido a que no se descomponen fácilmente en el agua y diversos estudios los han señalado como causantes de cáncer.

Hasta la fecha la ciudad había operado la planta bajo las normas establecidas por la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA). Sin embargo los índices de contaminación siguen creciendo y el costo de operación, el cual es cubierto por la ciudad, aumenta.

En los últimos cuatro años se ha incrementado en más de 300 % la presencia de estas sustancias.

La primera contaminación en Tucson fue detecta en 1981 en varios pozos de agua potable, los cuales fueron cerrados.

Residentes de esta región aseguran que sus enfermedades podrían estar relacionadas con esta contaminación.

El aumento de contaminación por PFAS fue dado a conocer en el 2019 cuando se dio a conocer un reporte de la Base Militar Aérea de la Guardia Nacional que se encuentra cerca del Aeropuerto Internacional de Tucson.

Estos compuestos se encuentran primordialmente en las espumas de extinción de incendios que se han utilizado en ejercicios de entrenamiento y mantenimiento en bases militares a través de todo el país desde la década de 1970.

“La ciudad de Tucson ha tenido un largo historial de contaminación de pozos de agua que ha afectado varias generaciones, impacto que seguimos sintiendo hasta el día de hoy”, dijo la alcaldesa de Tucson, Regina Romero, en un comunicado.

Indicó que muchos residentes han experimentado el impacto de esta contaminación viendo cómo familiares y amigos han vivido con enfermedades crónicas y defectos de nacimiento, y otros han perdido sus vidas ante diferentes formas de cáncer.

La planta permanecerá cerrada hasta que los niveles de contaminación bajen o el Gobierno federal proporcione más fondos a la ciudad para seguir con la operación de esa instalación, que debería limpiar el agua de esas sustrancias.

El cierre de la planta no afecta el servicio de agua a los residentes de la ciudad.