Atiende Sedesa y notifica a PGJDF de 20 a 22 mil casos de violencia de género al año

La Secretaría de Salud (Sedesa) de la Ciudad de México ha atendido y notificado a la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) en los últimos cuatro años, un promedio de 20 a 22 mil casos de violencia de género, de los cuales el 90 por ciento el agresor es el hombre y la víctima la mujer.

Los anterior, con base a la Norma Oficial Mexicana 046- SSA2- 2005, que obliga a las unidades médicas a notificar a la PGJDF hechos de violencia familiar, por lo que una vez que un hospital de la red recibe a una víctima, el director hospitalario emite el aviso administrativo al Ministerio Público para informar sobre el caso y que éste realice las acciones legales correspondientes.

No hay datos precisos sobre un porcentaje de la violencia en las familias de la Ciudad de México, sin embargo estimaciones del Programa de Prevención y Atención a la Violencia de Género, indican que de las casi dos millones de mujeres que reciben atención médica en general, el 10 por ciento son víctimas de agresiones por parte de su marido o pareja sentimental.

La norma contra este tipo de violencia, tiene por objeto establecer los criterios a observar en la detección, prevención, atención médica y la orientación que se proporcionará a quienes se encuentren involucrados en situaciones de violencia familiar o sexual, así como en la notificación de los casos.

De acuerdo con el Programa de Prevención de Violencia de  Género de la Sedesa, aproximadamente el 90 por ciento de las víctimas son mujeres y el 10 por ciento de los casos son hombres que han sido agredidos por sus parejas.

Las mujeres, como principales víctimas, llegan a los servicios médicos con violencia de todo tipo: psicológica, física, económica y patrimonial.

En 2014 se registraron 29 mil 905 casos, donde la violencia psicoemocional tuvo mayor prevalencia con 52 por ciento; en segundo lugar la física con 21 por ciento, y la violencia económica y patrimonial se ubicó tercer lugar con 12 por ciento.

De acuerdo a los riesgos que se han identificado en el desarrollo de la violencia dentro del núcleo familiar, está que empieza a través de bromas y burlas del hombre hacia la mujer; mentiras, engaños y la manera de ignorar a la pareja; los celos, culparla de algo; las descalificaciones, ridiculizarla, ofender, y humillarla en público.

En una segunda etapa, los actos de agresión aumentan a través de intimidaciones, amenazas, control violento, prohibiciones de amistades y encierro, negación de dinero, agresiones por la vestimenta, intervención de correos electrónicos y teléfonos celulares.

En una tercera etapa donde se agrava la violencia, las mujeres son agredidas con pellizcos, arañazos, golpes, quemaduras, empujones y jaloneos; despojo de salario y bienes y la destrucción de objetos personales de valor; manoseos sin consentimiento, abuso y violación sexual, e incluso el homicidio.

Por tratarse de un problema de salud pública, la Sedesa puso en marcha el Programa de Prevención de Violencia de Género en toda la red de hospitales, centros de salud e instancias jurisdiccionales, para darle la atención médica requerida.

Las afectadas solo tienen que acudir al centro de salud cercano a su domicilio donde encontrarán apoyo psicológico, información y asesoría para interponer las acciones legales. También pueden recibir orientación médica y psicológica a través de Medicina a Distancia 5132 0909.